LA MEMORIA DE LA CIUDAD DE ALICANTE
Pasaran bastantes años
sin poder borrar la historia,
fueron terribles los daños
que conserva la memoria.
Los lamentos se borraron
sin entender muchas causas,
solo por detrás dejaron
llantos entre tristes pausas.
Alicante de progreso
buscó consuelo en la calle,
aunque siempre tuvo el peso
de tan terrible detalle.
Sombras de muertos se agitan
entre palmeras gigantes,
a veces piensas que gritan
sus dolores tan constantes.
Alicante se emociona
cuando recuerda los hechos,
y en su interior explosiona
muchos muertos sin derechos.
Las palabras quedan rotas
sin entender ciertas guerras,
las victorias y derrotas
a ciertas gentes entierran.
Esta ciudad levantina
que sabe de la alegría,
en el dolor anda fina
sin perder esa armonía.
Ochenta años de silencio
que guardaron con misterio,
haciendo suyo el desprecio
en cualquier momento serio.
La historia sigue su marcha
sin conocer las barreras,
cuando la verdad se ensancha
no reconoce fronteras.
G X Cantalapiedra.
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