AQUELLAS CASAS DE
CAMPO
Como ha cambiado
la vida
en los pueblos
castellanos,
alguna senda
querida
se quedó solo en
los planos.
Casas que fueron
guardadas
muchas de ellas
con encanto,
algunas son
recordadas
al sentir su
desencanto.
Los recuerdos
del olvido
se pierden en la
distancia,
no existe campo
querido
si no vives su
arrogancia.
Gallinas sobre
su entorno
eran su prenda
dorada,
hoy se recuerda
el contorno
de su bella madrugada.
Como han pasado
los días,
de aquel tiempo
temeroso,
en aquellas
noches frías
hubo fuego
silencioso.
Madrugadas en el
campo
algunas sin
alegría,
penas que
dejaban llanto
sin encontrar la
armonía.
La luz de viejos
candiles
en su noche más cerrada,
mientras se
usaban badiles
en cualquier
noche encantada.
Los faroles de
testigos
en sus noches
invernales,
que a veces
fueron castigos
al sentirse
naturales.
Recuerdos de
viejas casas
en la estepa
castellana,
fuegos que
tuvieron brasas
en aquella vida
humana.
G X Cantalapiedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario