domingo, 23 de julio de 2017

EL RÍO ABIÓN SIN AGUA.

EL  RÍO  ABIÓN  SIN  AGUA.
Entre piedras silenciosas
y choperas asustadas,
sus aguas están celosas
en la Fuentona guardadas.

El Ucero va esperando
que su corriente le llegue,
hoy tan solo va quedando
que su brisa se despliegue.

En el fondo de su cauce
las piedras son un misterio,
de vez en cuando algún sauce
nos da su carácter serio.

Su Ribera tenebrosa
entre piedras milenarias,
hacen su imagen hermosa
en fechas extraordinarias.

El Abión sin corriente
entre pinos y rastrojos,
puede perder aliciente
al ver tan secos sus ojos.

Puentes que notan ausencia
de sus reflejos brillantes,
árboles que dan clemencia
a los calores constantes.

Están buscando la lluvia
para sentir sus lamentos,
El Abión con su astucia
hoy teme los malos vientos.

Piedras que marcan sus mitos
entre grandes arboledas,
con grillos que sueltan gritos
en estás bellas veredas.

El Abión sin reflejos
entre penosas miradas,
el agua parece lejos
en sus eternas pisadas.
    G X Cantalapiedra.
     23 -  7  - 2017.

     Este poema se lo dedico a mí amigo Alejandro Mínguez.

sábado, 22 de julio de 2017

CARRETERA DE COLMENAR VIEJO A HOYO DE MANZANARES

CARRETERA   DE  COLMENAR  VIEJO
 A  HOYO  DE  MANZANARES.
Entre curvas peligrosas
y pavimento olvidado,
no es un camino de rosas
este lugar condenado.

Sin arcenes controlados
ni reflectantes activos,
ves tus pasos renegados
a momentos conflictivos.

La muerte vive esperando
en tan fatal carretera,
mientras vamos circulando
con el peligro a la vera.

Curvas que marcan laderas
a orillas del Manzanares,
que parecen escaleras
en estos raros lugares.

Colmenar vive esperando
que las curvas se moderen,
y en Hoyo viven gritando,
más dicen que les esperen.

El paisaje es temeroso
en todo su recorrido,
el conductor más glorioso
se puede sentir perdido.

Los quitamiedos de piedra
son testigos mal nacientes,
que no pueden tener hiedra
ni se sienten relucientes.

Carretera de misterio
entre las brisas serranas,
su caminar siempre serio
amarga muchas mañanas.

Curvas llenas de peligro
en todo su recorrido,
no debes perder el giro
ni jamás verte vencido.

     G X Cantalapiedra.

EL BURGO DE OSMA Y SU ENTORNO

EL  BURGO  DE  OSMA  Y   SU  ENTORNO
Piedras que marcan leyendas
en el entorno de Uxama,
historias que dejan sendas
que pueden lograr la calma.

En La Atalaya aguerrida
Uxama sigue esperando,
jamás se da por vencida
y sigue al cielo clamando.

Puente de Santa Cristina
testigo de su calzada,
tiene la iglesia divina
sobre el Ucero clavada.

La Cruz del Siglo vigila
este entorno iluminado,
La Magdalena perfila
su Castillo abandonado.

El Abión en silencio
viene al Ucero buscando,
y sin hacerle desprecio
quiere llevarle a su lado.

Hacia el Puente del Suicida
los dos ríos van marchando,
no quieren ruta perdida
en un ambiente anhelado.

Estos caminos de Soria
con murallas encantadas,
se guardan en la memoria
por sus batallas ganadas.

El Burgo vive pasiones
en sus pasos de elegancia,
y paisajes con balcones
que no temen la distancia.

Piedras que parecen vivas
en multitud de calzadas,
leyendas que te motivan
en las noches sin heladas.

     G X Cantalapiedra.

viernes, 21 de julio de 2017

JORNALERO DE CASTILLA

JORNALERO  DE  CASTILLA
Entre brisas castellanas
y sudores trabajando,
conocí costumbres sanas
mientras marché progresando.

Jornalero sin tapujos
entre vientos lasecanos,
sin conocer esos lujos
de muchos seres humanos.

Jornalero de Castilla
entre sudores borrados,
tuve familia sencilla
y muchos campos pisados.

Trabajando desde niño
en viñedos y cercados,
aunque supe de cariño
fueron años marginados.

Cuando sientes tus raíces
cómo un árbol bien plantado,
no quieres ver cicatrices
en tu camino anhelado.

Los años se van deprisa
dejando todo de lado,
y temes ver la sonrisa
de algún cacique marcado.

La vida marca sus brisas
sin verte nunca olvidado,
que algunas veces eclipsan
mucho gesto mal dotado.

Jornalero sin pasiones
ni lamentos mal guardados,
quizá viví confusiones
de sueños equivocados.

No me acobarda la noche
ni los caminos cortados,
siempre quise hacer reproche
a castigos infundados.

     G X Cantalapiedra.

domingo, 16 de julio de 2017

BRISAS DEL MEDITERRÁNEO

BRISAS  DEL  MEDITERRÁNEO
Por las costas de Levante
las brisas son de palmeras,
con un contorno elegante
donde las olas te esperan.

Brisas del Mediterráneo
por caminos y laderas,
donde no te ves foráneo
ni en las costas salineras.

Olas que arrastran leyendas
en las playas más bonitas,
hombres que llevan sus riendas
donde los mares se agitan.

Brisas que dan esperanza
a la tierra alicantina,
con olas que bailan danza
en esa mar tan divina.

El Mediterráneo brilla
en las noches placenteras,
donde la gente sencilla
quiere vivir primaveras.

Costas que son encantadas
repletas de sentimientos,
ciudades que son regadas
por sus brisas y sus vientos.

El Mediterráneo mira
a sus pueblos anhelados,
mientras su brisa se admira
en los puertos bien cuidados.

Costas llenas de alegría
repletas de sol y aliento,
donde existe la armonía
en el buen comportamiento.

Con multitud de culturas
sus playas dan mucho ambiente,
y son grandes las dulzuras
que dejan su don de gente.

    G X Cantalapiedra. 

CALLE DE ARTURO SORIA

CALLE  DE  ARTURO  SORIA
Este Madrid luminoso
lleno de verdes aceras,
es un lugar prodigioso
que sueña con primaveras.

Árboles llenos de vida
entre bloques coordinados,
hacen su mañana erguida
con aires poco quemados.

Brisas que vienen corriendo
sin hablar de despedida,
en su entorno van sintiendo
ver una calle elegida.

Arturo Soria fue genio
para buscar compromisos,
aunque dejaron su ingenio
esperando los permisos.

Casas de vida tranquila
sobre calles estiradas,
hoy en día aún se perfila
al sentirlas encantadas.

En la Calle Arturo Soria
hasta los pinos relajan,
es una calle de historia
con tradiciones que encajan.

Chalet que fueron viviendas
de las épocas pasadas,
que tuvieron pocas tiendas
con vistas iluminadas.

Calle larga sin complejos
con bonitas caminadas,
nada te parece lejos
en sus aceras cuidadas.

Tiene en Álcala su inicio
esta calle prolongada,
que es grande su beneficio
al verla bien arreglada.

     G X Cantalapiedra.

SILENCIOS DEL BURGO DE OSMA.

SILENCIOS  DEL  BURGO  DE  OSMA
El Burgo tiene silencios
que te llenan de misterio,
sin sentir nunca  desprecios
hacen el momento serio.

Silencios que van marcando
las perfectas soledades,
y en el aire voy notando
piedras que dicen verdades.

El Burgo tiene pasiones
que son historias guardadas,
anulando incomprensiones
en sus rutas encantadas.

La Catedral es testigo
del arte que allí se encierra,
y el Ucero es fiel amigo
de la niebla de esta tierra.

Entre las murallas viejas
el silencio es bien preciado,
hay brisas que son complejas
al ver su valle anhelado.

Silencios que son altivos
en las fechas de verano,
y que tienen sus motivos
con descanso al ciudadano.

Silencio que va dejando
algún misterio encerrado,
mientras vamos encontrando  
su contorno iluminado.

Noches que tienen silencio
sin esperar un halago,
su ambiente no tiene precio
ni quiere ser nunca largo.

Sobre las piedras marcadas
en su silencio probado,
estas tierras son amadas
con El Ucero a su lado.

   G X Cantalapiedra.

sábado, 15 de julio de 2017

SON MIL UNO METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR.

        SON  MIL  UNO,  METROS.
                                              SOBRE  EL  NIVEL   DEL  MAR.
Entre montes retorcidos
y sus piedras misteriosas,
en Hoyo siguen erguidos
muchos recuerdos de cosas.

Mil uno tiene de altura
sobre el Puerto de Alicante,
se nota su gran frescura
con este calor constante.

Piedras en viejas viviendas
hacen sentir sus historias,
calles que ayer fueron sendas
y hoy conservan sus memorias.

El Picazo es el más alto
con esos mil cuatrocientos,
que nunca da sobresalto
siendo piedras sus cimientos.

Laderas que son testigos
de esta sierra madrileña,
caminos viejos con siglos
entre sus brisas risueñas.

Hoyo mira al Manzanares
sin apenas conocerle,
es de los bellos lugares
que quisieras entenderle.

Curvas en sus carreteras
hacen crecer el peligro,
entre vistas de primera
que pueden darte un castigo.

Con la mirada de frente
sin perder vista al asfalto,
no quieras saber su ambiente
que puede causarte llanto.

Carreteras de misterio
entre bosques crecederos,
la niebla sí viene en serio
ves peligros duraderos.

     G X Cantalapiedra. 

PREPARANDO LOS NOVILLOS

PREPARANDO  LOS  NOVILLOS
Preparando los novillos
y las fuertes talanqueras,
se van notando los brillos
de esas fiestas verbeneras.

Los novillos con su fama
a veces trazan barreras,
luego llegará la calma
si hay vendimias altaneras.

Las calles viven la marcha
sí la juventud se entrega,
en los encierros se engancha
la fiesta que se despliega.

Los novillos lasecanos
con su historia verdadera,
hace a los pueblos hermanos
que sueñan la dulce espera.

Tradiciones del pasado
con peligros de barreras,
es un tiempo recordado
más allá de las fronteras.

La Seca vive pasiones
entre las bonitas gestas,
es tiempo para emociones
haciendo grandes las fiestas.

El vino va recordando
tradiciones y leyendas,
con frases que van marcando
algunas queridas sendas.

Los novillos dejan huellas
en multitud de ocasiones,
y son las grandes estrellas
de tan bonitas razones.

El peligro sigue vivo
buscando siempre su meta,
los novillos dan motivo
de hacer esa fiesta inquieta.

   G X Cantalapiedra.S NOVILLOS

LAS BRISAS DE BARACALDO

LAS  BRISAS  DE  BARACALDO
Aquel joven recordando
los lugares de su infancia,
fue paso a paso trazando
muchos signos de arrogancia.

Cruzo caminos y montes
y anduvo por tierra extraña,
conociendo los resortes
de algunos sitios de España.

Habló de brisas marinas
entre nieblas y esperanzas,
y supo de mil colinas
bailando ruidosas danzas.

Baracaldo fue su cuna
entre brisas enmarcadas,
donde miraba la luna
en las noches angustiadas.

Caminó buscando rutas
sin comentar alboradas,
hubo dudas absolutas
en sus noches angustiadas.

Emigrante sin destino
entre brisas recordadas,
aunque quiso hilar muy fino
pisó sendas marginadas.

Baracaldo con su ría
en su memoria llevaba,
y en alguna noche fría
a su brisa recordaba.

Hay veces donde el destino
te juega malas pasadas,
y la cruz del desatino
deja tus huellas borradas.

Esa brisa permanente
que lleva dentro del alma,
son visiones que a la mente
pueden llenarla de calma.

   G X Cantalapiedra.

PENSÓ SUBIR AL PICAZO

PENSÓ  SUBIR  A  EL  PICAZO
En aquel mes de julio, el calor era bastante grande, y el esfuerzo que precisaba, para poder subir a El Picazo, era demasiado, en aquel tiempo de calores infernales, Más llego a tomar una determinación importante, aquel hombre jubilado, que no había tenido nunca tiempo ni posibilidad, de que algún vecino le acompañara, a realizar aquella escalada, que desde el centro de la localidad veraniega, de Hoyo de Manzanares, parecía demasiado fácil, pero que le resultaría dura y penosa. Sin pensarlo mucho más se decidió a subir, en una mañana de las más frescas, de lo que llevaba de verano, en aquel año, de calores hasta en el mes de junio a principios, donde el calor se desato, y en esa localidad de la sierra, se llegaron a tener unos 36, grados, de calor algunos días,  a la hora de las cuatro de la tarde, que parecía ser la hora de más intensidad del sol, sobre la localidad serrana, en aquella mañana de julio, donde decidió empezar su subida tan solo eran 20, grados, antes de iniciar la subida a dicho pico, del Picazo. con unas zapatillas de deporte, y un sombrero de paja grande, marchó camino de las laderas del famoso pico. Entre cercas de piedras y arbustos, que fue dejando de lado, empezó la subida, que duraría aproximadamente, una hora, al llegar a la cima del Pico del Picazo, sus piernas parecían estar agotadas y cansadas a tope, el paisaje que desde allí se divisaba, era bastante bonito, al ver a la ciudad de Madrid en la lejanía, y un montón de urbanizaciones, de aquella zona de la sierra madrileña. Aunque su paseo o escalada no le resulto nada fácil, a pesar da tan fantásticas vistas, una culebra salida de entre las piedras de la cima, le saludo, poniéndose de manos, y silbando con estruendo. El hombre sintió miedo, nunca había pensado en nada parecido, y la brisa de la mañana, le traía un olor a zorro no muy lejos de allí, trato de serenarse, y decidir volver a la localidad serrana, por el mismo camino que había llevado en la subida, pero pronto comprendió, que el retorno no iba a ser nada fácil, un par de buitres carroñeros, le seguían sin perder su pista, y el olor a zorros o alguna alimaña, para el desconocida, le pusieron la carne de gallina, trataba de bajar lo más deprisa qué podía, pero de vez en cuando las piedras se desprendían a su paso, y temió por su integridad física. Hoyo de Manzanares, él le veía, y escuchaba ruidos de motores, que parecían estar mucho más cerca que en la realidad estaban, sin apenas darse cuenta, uno de los buitres con el cuello pelado y sus garras certeras, le atacaba, y el hombre se defendía cómo podía en aquel momento, de desesperación y terror, con las piedras que podía lanzarles a dichos pajarracos, que parecían hambrientos, y sin ningún temor de atacar a un ser humano, ya jubilado, los ultimo pasos hasta llegar a Hoyo de Manzanares, fueron terribles, veía culebras por todas partes, y buitres revoloteando por encima de su cabeza, pensando en que sí se despistaba, sería su comida sin más remedio, el hombre parecía estar destrozado, por aquella terrible aventura, que a su esposa le había contado, antes de empezarla, pero que una vez llegado a su vivienda de verano, quiso ocultarle, para que no se sintiera atemorizada, por aquella naturaleza salvaje, que estaba tan solo a medio kilometro de su casa, y que quizá hace años, esos bloques de hormigón, eran los lugares donde buitres, víboras, hormigas, zorros, y demás animales salvajes las  tenían de sus habitáculos, naturales, y que solo el ser humano, con su deseo de ser el señor de la creación, se apoderado de tantos territorios, para su relajamiento. Aquel hombre jubilado, cambio de ideas en pocas horas, pensaba en solitario, cómo le pudo a ver ido, sí una de las zarpas de el buitre que le ataco, le hubiera conseguido agarrarle el cuello, o sí una manada de lobos o zorros, se le hubieran echado encima, el miedo le corría por todo el cuerpo, y en las noches siguientes, cerraba puertas y ventanas a tope, sin dar demasiadas explicaciones. Su familia al ver qué había cambiado su actitud en la vivienda, no dejaba de pensar el motivo, aunque el continuaba en el más absoluto silencio.    G X Cantalapiedra.    

martes, 11 de julio de 2017

RECUERDOS DE UNA TORMENTA POR TIERRAS DE ALBACETE

RECUERDOS  DE  UNA  TORMENTA  POR  TIERRAS   DE  ALBACETE
Aquel automóvil turismo, circulaba por la autovía, 31, en dirección hacia Alicante. Aquella fecha de el último día del mes de mayo del año, 2017, se podía leer el letrero de Montealegre, cuando una nube negra, se coloco encima de aquel sector de la señalada carretera. De momento empezaron a caer unas gotas muy grandes, luego sin haber pasado ni medio minuto, lo que caía de las nubes era un granizo de tamaño mediano, digamos cómo entre avellanas y nueces. El parabrisas del coche, era un río de agua y granizo, los limpias no daban abasto a tanta cantidad de agua, al tiempo que con dos paños sujetaban la luna del parabrisas, para impedir su rotura, ya que la fuerza de aquellos granizos, era demasiado grande, y la visibilidad se quedaba reducida a metros, de distancia, ya que existieron momentos, donde era nula, el poder ver la carretera, aquel automóvil y sus dos ocupantes, sintieron el miedo en sus cuerpos, sin quererse parar, ya que en la dirección contraria, se veían los coches todos medio parados, pero en aquel intervalo de tiempo, un camión de carga bastante grande les adelanto, salpicando con su carga y ruedas , ha todo el automóvil de los dos ocupantes, que habían venido desde Madrid  hasta La Roda, sin el más mínimo incidente, pero que una vez pasado Chinchilla de Montearagón, la tarde se había puesto muy oscura, y a la vez con cantidad de rayos y truenos, que aquel automóvil, parecía que le hacían temblar. La tormenta duro cómo unos 25, minutos, que parecieron ser un siglo, para aquellas dos personas dentro de habitáculo del coche. El cielo parecía cómo sí fuera de noche, cuando apenas eran las seis y media de la tarde, el agua caía cómo si la echaran con una manga, todo era terrorífico, hasta la radio del automóvil se paro, al tiempo de que un rayo cayera a muy pocos metros de la autovía, aquellos minutos parecían ser un infierno, el asfalto estaba cubierto por cantidad de granizo y lluvia, y las perspectivas de  poder abandonar la autovía, eran demasiado raras, ya que ni las desviaciones se podían ver, el automóvil, circulaba a unos veinte kilómetros hora, y en algunos momentos quizá más despacio. Luego una vez que parecía a ver pasado la tormenta, los dos ocupantes respiraron un poco más tranquilos, hasta pasados unos quinientos metros, de aquella terrible tormenta, que se veían cómo sí unas cuerdas se descolgaran de las nubes, y que en segundos volvieron a descargar, más granizo y lluvia torrencial, sobre aquella autovía del Mediterráneo, pero sobre el camino que se aproxima a Almansa. Esta segunda descarga, fue mucho menor en tiempo, no en cantidad, que en pocos minutos dejo las cunetas medio blancas del granizo que allí cayo. Luego el conductor del coche y su acompañante, contarían en la Playa del Postiguet de Alicante, su tragedia por esas tierras medio llanas de aquella parte de La Mancha. A un matrimonio venido de Albacete, que supieron por la televisión y la radio de tan enorme tormenta. El conductor un hombre rodado en carretera, con más de tres millones de kilómetros recorridos, decía. Jamás sufrí una tormenta, que en menos tiempo haya soltado más granizo y lluvia, que la del otro día, creo que esta tormenta ha batido el récor en cantidad y en fuerza, de la naturaleza, incluyendo, el aparato eléctrico, que soltaba entre su granizo y agua. El recuerdo era demasiado terrible, y el día 13, de junio de vuelta a Madrid, los dos ocupantes pensaron al pasar por aquellos Campos de La Mancha, que aquella pesadilla, era imposible olvidarla. La Madre Naturaleza, tiene sus caprichos, que unas  

veces se presentan en tormentas, otras en fuegos, y las menos en terribles terremotos o maremotos, y que son imposibles de predecir, dejándonos a los humanos, en posiciones terroríficas.        G X Cantalapiedra.

lunes, 10 de julio de 2017

LAS HISTORIAS DE PASTRANA

LAS  HISTORIAS  DE  PASTRANA
Es un valle recordado
sobre piedras milenarias,
Pastrana vive embrujado
con fechas extraordinarias.

Una Princesa famosa
dejo sus huellas marcadas,
tuvo una vida penosa
sin borrar cosas pasadas.

Pastrana cómo silencio
con sus calles estrechadas,
la villa guarda misterio
entre aceras empedradas.

Escudos de su pasado
llenos de bellas leyendas,
dos rollos dejan marcado
algunas penosas sendas.

Casas que guardan secretos,
algunas muy mal cuidadas,
Pastrana no pone vetos
aunque sigan arruinadas.

Leyendas llenas de historia
entre frases religiosas,
Pastrana tuvo su gloria
y sus etapas gozosas.

Colegiata de recuerdos
llenos de pasos cuidados,
sombras de gestos muy cuerdos
que parecen implorados.

En aquel valle de sueños
con arboledas floridas,
buscas momentos risueños
para curar las heridas.

Pastrana tiene memoria
de su pasado glorioso,
alguna ruina es escoria,
pero su mundo es hermoso.

    G X Cantalapiedra.

sábado, 8 de julio de 2017

ESTA TARDE POR MADRID

ESTA  TARDE  POR  MADRID
Madrid en pleno verano
es un lugar concurrido,
hoy noté cómo el humano
se ve alegre y divertido.

Madrid presume de Centro
con sus prisas colectivas,
si a Madrid le llevas dentro
las horas son más festivas.

Calles rebosando ambiente
sin preguntar sus medidas,
existe el inconveniente
de algunas gentes perdidas.

La plaza Mayor de fiesta
con su brisa veraniega,
Madrid no quiere ser resta
y su fuerza la despliega.

Madrid rompiendo silencios
que son castigos del alma,
sin querer ver los desprecios
que jamás pueden dar calma.

Madrid respirando sueños
en las fechas de verano,
entre caprichos risueños
que hacen feliz al humano.

El ambiente se presiente
con sus terrazas y bares,
es un tremendo aliciente
en estos bellos lugares.

La soledad va marchando
por camino penitente,
y a su paso va dejando
confusiones en la gente.

Madrid  respirando marcha
en sus distintos caminos,
con su alegría te engancha
dando momentos divinos.

      G X Cantalapiedra.