jueves, 31 de agosto de 2017

AQUELLA MUJER QUE TERMINO DE BRUJA


AQUELLA  MUJER  QUE  TERMINO  DE  BRUJA, TEMIDA  EN  SU  PUEBLO.
Eran los años de final del siglo diecinueve, y en aquel pueblo castellano, se vivía con muchas deficiencias, sobre todo de salud, donde la señora Anastasia, atendía a muchos partos, incluso a las matanzas del cerdo casero. Eran años difíciles, para algunas personas el poder sobrevivir, sin tener ninguna pensión ni otras ayudas complementarias, y encima ser viuda sin ningún recurso. La señora Anastasia se vio obligada, a usar sus facultades de brujería, vendiendo hierbas que curaban ciertas enfermedades, y en aquel pueblo, al no existir medico, ella repartía y vendía sus potingues curanderos, paso a paso y día a día, la economía la iba fallando, y para no morirse de hambre, recurrió a robar algún cordero, para subsistir sin morirse, sus brujerías iban calando, en aquella población medio analfabeta, y temerosa de sus grandes fallos, que paso a paso, les llevaban a la desesperación, ya que al no poder ella asistir a todos los nacimientos, hubo niños que nacieron tarde y mal. La señora Anastasia, con sus pelos largos sin peinar, y su mala economía, tuvo que abandonar la casa donde ella vivía, para marcharse a la zona de bodegas de dicho pueblo, y en una de las bodegas abandonadas, se metió a vivir sin pensarlo mucho, algunos vecinos se acercaron para darla cereales y leña, que durante algún tiempo ella cocinaba, pero su vista la fallaba, sus fuerzas eran cada día mucho más pequeñas, y entonces empezó el mito de su gran leyenda. Algunos vecinos dicen que por las noches, sentían su voz volando sobre una gran escoba, y que los animales en cuadras y corrales, no podían estar tranquilos, todo el pueblo ardía en ascuas, mucha gente estaba agradecida a ella, ya que ayudo a que muchos jóvenes pudieran venir a este mundo, y aunque algunos vecinos su incultura era bastante grande, hablaban entre ellos, diciendo, no debiéramos a ver apartado de este pueblo a la señora Anastasia,  y mucho menos decir que es una bruja, ya que antes comimos los chorizos y morcillas hechos por sus manos, y casi todos los jamones ella los arreglaba, para ser el plato más mimado por nosotros, es imposible que sea una bruja, ya que sí así fuera, estamos todos dentro de su brujería, y condenados a ser discípulos suyos, un joven de aquellos, se acerco con un carro de mulas, cargado de leña de los pinares, dejando toda su carga en la puerta de aquella que había sido bodega, y ahora una cueva habitada, por aquella mujer, que estaba en la más dura indigencia, y en aquellos días del invierno castellano, con heladas abundantes, la vendrían bien, para poder calentarse. Todo transcurría entre brumas y miedo, las conciencias de aquellos hombres de aquel pueblo, no podían estar tranquilas, las sombras de una bruja por la noche, la sentían sobre las verjas de  sus ventadas de hierro, con sacudidas enormes que parecían sonidos de campanas, en aquellas noches heladoras, nadie se movía de sus camastros, aunque el ruido les hacia despertar, y por entre sus ventanas notaban sombras errantes, se quedaban metidos entre las mantas, para ocultar las llamadas a su conciencia, el nombre de aquella mujer aparecía día a día, pero todos los vecinos del pueblo, ocultaban su misterio, nadie la podía ver, ni querían verla, por miedo a que les llamara de todo menos buenas personas. Pasaron más de cinco meses, y nadie sabía de su estado físico, ni se atrevía a bajar aquella bodega cueva, para saber sí la señora Anastasia aún seguía viva. Solo el joven que la llevo el carro de leña, se acerco a la cueva, y desde su puerta grito llamándola por su nombre, el silencio se dejaba escuchar, y el eco de la cueva no respondía, solo después de varios intentos, pudo escuchar con bastante claridad, “Ya no estoy viva, pero marcha en paz, este pueblo se merece la maldición por su poca humanidad”. Un temblor de miedo y de sentirse deprimido, le hizo mella aquel joven, que no tardo en ir a su alcalde a contarle parte de lo ocurrido, sin hablarle de lo qué pudo escuchar después de varios gritos suyos llamando aquella mujer. El joven aquel sin pensarlo demasiado, escogió el camino de la emigración, y marchó buscando otra ciudad donde pudiera llorar y cantar sin miedos.  G X Cantalapiedra.  

PONTEDEUME SOMBRAS AUSTERAS



PONTEDEUME  SOMBRAS  AUSTERAS
Por sus caminos viendo laderas
notas los aires que te desvelan,
Pontedeume rompe barreras
entre las brisas que te consuelan.

Vives los sueños de primaveras
mientras contemplas sus arboledas,
con muchas sombras que son austeras
y algunas veces se vuelven sedas.

Y Pontedeume central lechera
con varias rías y carreteras,
donde las curvas guardan espera
que nos parecen serias barreras.

Casas prendidas en su contorno
que algunas veces lo ves dichoso,
muchos soñamos con el retorno
al ver su mundo tan armonioso.

Sus piedras viejas marcan distancia
entre palabras de aventureros,
en su cultura vi la arrogancia
de sus caminos hoy altaneros.

Rías que vienen con grandes bríos
por esa costa tan arbolada,
en el invierno corren los fríos
viendo a Galicia tan encantada.

Las Fragas de Ume son un motivo
de ver sus sendas siempre anheladas,
cualquiera frase tiene adjetivo
al ver las horas allí pasadas.

En el cerebro siento el paisaje      
de ser laderas tan habitadas,
y viendo la ría sin oleaje
hoy me parecen sendas soñadas.

Es la Galicia de sensaciones
con su semblante de marineros,
donde las luces siembran razones,
viendo sus montes e invernaderos.

    G X Cantalapiedra.

SORIA TIERRA DE RECUERDOS



SORIA  TIERRA  DE  RECUERDOS
En los Picos del Urbión
donde las nieves relucen,
la cima guarda emoción
con sus aires que seducen.

Soria tierra de recuerdos
que no buscan el olvido,
en ciertos momentos cuerdos
ves su entorno algo elegido.

Pisar la tierra soriana
con sus pinos y leyendas,
es conocer la mañana
que guarda bonitas sendas.

Paisajes llenos de encanto
que tranquilizan el alma,
el Duero suelta su canto
mientras que siembra la calma.

En las laderas sorianas
donde divisas rastrojos,
ves costumbres castellanas
de sus campos y despojos.

Recuerdos que tienen fechas
algunas veces grabadas,
iniciales con sus flechas
sobre paredes marcadas.

Soria despierta pasiones
con ermitas de templarios,
donde tiemblan corazones
que fueron ayer calvarios.

En esta tierra soriana
donde los ecos se pierden,
la vida se vuelve sana
y las personas lo entienden.

Silencios de piedras viejas
de sus ermitas de siglos,
sin tener horas complejas
ahora guardan sus sigilos.

   G X Cantalapiedra.

SE LE FUERON LOS AMIGOS SIN EL SABERLO.



SE  LE  FUERON  LOS  AMIGOS,  SIN  EL  SABERLO
En aquel mes de agosto, del año 2016, aquel hombre venido de tierras lejanas, que había nacido en aquella villa castellana, el año 1928, sintió escalofríos, al saber que muchos de sus antiguos amigos de la infancia, ya no existían, fue recordando nombres y apodos, pero su desesperación era grande, la mayoría de sus antiguos amigos, emigraron a otras regiones o países, dejando atrás aquella tierra castellana, que en aquel tiempo, era un lugar de paro, y sin mucho futuro. Sus padres iniciaron el viaje, vendiendo todos sus bienes y fincas que allí poseían, y que con aquel dinero, pudieron abrirse camino en un lugar lejano, de su villa de nacimiento,  al regresar a su tierra castellana, el hombre solo, ya que su esposa hacia tiempo que falleció, y sus hijos no le quisieron acompañar a ese viaje de recordar sus viejos tiempos. El hombre no quería saber su edad, tan solo notaba que tenía fuerzas para aguantar aquel viaje de retorno a su infancia,  y tan solo se dio cuenta exacta de su edad y fortaleza, al ir al Ayuntamiento a preguntar, por toda aquella relación de amigos, que muchos de ellos, ni siquiera él sabia sí aún vivían, ya que eran demasiados años de su partida, más enseguida le dieron la noticia, que allí descansaban eternamente, El tenía 88, años de edad, y más de setenta sin pisar su villa de nacimiento, todo eran recuerdos perdidos, hasta las calles y casas habían cambiado algunas de nombre, quiso saber donde estaban las tumbas, de todos sus seres queridos, y una de las mañanas madrugo, para visitar el Campo Santo, allí tenía aún a muchos familiares dentro, con sus nombres grabados, sobre los mármoles de las tumbas, visitó con el enterrador de su villa, a todos aquellos amigos que allí descansaban, las lagrimas no le dejaban a veces ni leer sus nombres, todo le parecía un sentimiento de ausencia obligada, y el dolor de no poder haberse despedido, de algunos de ellos, aquella mañana de verano, le parecía heladora, aunque la temperatura en el cementerio, era bastante elevada, se veía mucho más viejo, al ver cómo todos los amigos íntimos, habían dado el adiós a la vida, y él sin haberse enterado, le dieron ganas de gritar, y vocear a todo pulmón, el nombre de aquellos desaparecidos de su villa, amigos de su infancia, pero las explicaciones del enterrador, le hicieron sentirse mucho más comprensivo, y sin dejar de caer lagrimas en sus mejillas, entre aquellos altos cipreses, tomo la salida del Campo Santo, por la calle del Santo Cristo, camino de la Plaza de la Villa, era de medio kilometro, que él en solitario recorrió, queriendo recordar a los antiguos dueños de aquellas casas en su época de juventud. Al llegar a la Plaza, se adentró en el mesón cafetería, y allí dentro entablo conversación con jóvenes de su villa, que poco a poco, le fueron indicando cómo vivieron y murieron, aquellos familiares y amigos suyos. Su cerebro no se perdía nada, entendía de sobra las explicaciones, y detalles del progreso de aquella comarca castellana, de la Profunda Castilla. El hombre entendía que en sus años de juventud, fue necesaria la salida de aquel lugar. Y una canción que él nunca dejaba de escuchar, se le vino a la mente, el final de aquella canción la letra decía. “Despertar gente tierna, que esta tierra está enferma y no hay nada que hacer, coge tu mula tu hembra y tu arreo, sigue el camino del pueblo hebreo, y sí te toca llorar es mejor frente al mar”. Todos aquellos recuerdos, flotaban en su mente, la salida de su casa, para iniciar una nueva vida, lejos de allí, las fotos y los pequeños detalles, que toda la familia se llevo a su nueva casa, eran en aquellos momentos, sus más bellos recuerdos, las lagrimas que derramo, sobre su villa, le hicieron sentirse más humano. Luego pasados unos tres días, se despedía de aquella pensión, de su villa y de su gente, a la que llevaría en el corazón hasta el día de su muerte, El retorno era largo, pero no le importaba nada, las fuerzas del corazón y la mente, se habían unido, para terminar el viaje con la única razón, de visitar a sus amigos de la infancia, aunque estuvieran muertos, para él era un descanso de conciencia aquel regreso a sus orígenes. G X Cantalapiedra. 


EN  HOYO  DE  MANZANARES
Cuando los vientos se sienten
dejando su melodía,
dicen que allí se presienten
cuando se termina el día.

En Hoyo de Manzanares
hay piedras de fantasía,
que adornan ciertos hogares
dejando mucha alegría.

Casas que tienen historia
de otros tiempos y otra gente,
que quieren borrar memoria
del pasado transcendente.

La vida pasa deprisa
con sus ruidos y vaivenes,
más siempre queda la brisa
de otros tiempos y desdenes.

Hoyo lleno de recuerdos
que siembran melancolía,
hoy que soplan nuevos vientos
temen a la noche fría.

Laderas que son testigos
de una vida placentera,
donde crecen los amigos
entre esperanza sincera.

La sierra tiene en su entorno
                         muchas sendas escondidas,
que hacen bello su contorno
cómo rutas elegidas.

Hay caminos y senderos
que se guardan con dulzura,
con sueños aventureros
esperando ser cultura.

En Hoyo de Manzanares
se conocen las delicias,
de esos aires y lugares
que hacen brillar las caricias.

    G X Cantalapiedra.

AQUELLA SIERRA MALDITA.


AQUELLA  SIERRA  MALDITA
Las palabras se quemaban
entre negras maldiciones,
y en la sierra se quedaban
repletas de humillaciones.

Una cárcel de amarguras
era su triste destino,
donde gestos de locuras
daban luz a su mal signo.

Aquella sierra maldita
que le marcaba las horas,
a veces el viento grita
y la penas le devoran.

Sus sentimientos erguidos
eran parte de sus sombras,
viendo sus sueños perdidos
que de nada ya se asombran.

Maldita sierra de muerte
llena de viejos presagios,
es una ruta sin suerte
en muchos de sus espacios.

Piedras llenas de lamentos
marcan las duras distancias,
con vientos de sufrimientos
que no quieren arrogancias.

Sierra que rompe destinos
sin ecos de extravagancia,
no tiene vientos divinos
ni presume de ignorancia.

Es una sierra maldita
donde sobran las palabras,
sin ver que nada se agita
ni conocer sus pisadas.

En esa cárcel de muerte
nunca existe la esperanza,
a veces el viento advierte
que allí no existe templanza.

       G X Cantalapiedra. 

CAMINOS DE LA SIERRA DE MADRID.


CAMINOS  DE  LA  SIERRA  DE  MADRID
Entre vientos tenebrosos
voy recorriendo sus sendas,
viendo paisajes dichosos
que algunos parecen prendas.

Voy visitando lugares
repletos de convivencias,
con piedras en sus hogares
donde se viven las ciencias.

Hay caminos en la sierra
que tienen su buen ambiente,
con la memoria que encierra
el transitar de la gente.

Cuando revisas las fechas
de los caminos y puentes,
no ves las rutas derechas
ni los suspiros pendientes.

Pinos que guardan frescura
en las tardes de verano,
piedras grandes de locura
que son granito serrano.

Los pinos guardan la niebla
en las fechas invernales,
y  a veces causan tiniebla
de mil formas naturales.

Piedras que envuelven la vida
entre promesas y besos,
alguna ladera erguida
hoy sueña con los regresos.

En la distancia se sienten
los vientos del Guadarrama,
y sus fríos se presienten
aunque siempre nos den calma.

Los caminos de la sierra
tienen años de leyendas,
por ellos paso la guerra
dejando luto en sus sendas.
     G X Cantalapiedra.

      30 – 8 – 2017. 

martes, 22 de agosto de 2017


GALICIA  DESDE  LA  LEJANÍA
Desde la tierra Gallega
donde se sienten las brisas,
el corazón se despliega
entre brumas y sonrisas.

En la Galicia Profunda
llena de pura nostalgia,
siento la magia que abunda
sin importar la distancia.

Voy recordando su calma
llena de bellos motivos,
con una voz que me clama
entre bellos adjetivos.

Laderas llenas de encanto
en sus costas marineras,
rutas de algún sobresalto
que se vuelven altaneras.

Casas en rutas perdidas
llenas de viejas historias,
con pasiones encendidas
que hacen grandes las memorias.

Estas brisas que se pierden
entre los montes hermosos,
tienen aires que desprenden
momentos maravillosos.

En Pontedeume brillando
esa Galicia Profunda,
es lugar para ir soñando
donde la brisa es fecunda.

Sada la llevo conmigo
sin olvidarme sus pazos,
algo se vino de amigo
para hacer crecer los lazos.

Galicia sendas grabadas
que tienen su recorrido,
con barriadas encantadas
donde el viento corre erguido.

En la distancia la siento
para soñar con su encanto,
y en mí corazón presiento
habaneras en su canto.

     G X Cantalapiedra.

jueves, 17 de agosto de 2017

CUANDO RECUERDAS CORUÑA


CUANDO  RECUERDAS  CORUÑA
Sí buscas costa elegida
con ritmos aventureros,
la ves a Galicia erguida
con casas de marineros.

Cuando conoces Coruña
con todos sus argumentos,
presientes esa terruña
que vive los sentimientos.

La Coruña de testigo
entre leyendas del tiempo,
es ciudad del buen amigo
aunque sople fuerte el viento.

Ciudad que guarda culturas
de Fenicios y de griegos,
que dejaron sus dulzuras
en sus añorados pliegos.

Celtas marcando sus ritos,
entre viejos monumentos,
esta costa suelta gritos
en los más raros momentos.

Es Galicia marinera
que sabe cruzar los mares,
con su lluvia placentera
y el verdor de sus lugares.

Torres que siguen activas
siendo siempre vigilantes,
con sensaciones altivas
que parecen arrogantes.

Cruces de viejas culturas
que marcan caminos viejos,
entre símbolos de alturas
que jamás tienen complejos.

La Coruña marca metas
de un pasado siempre vivo,
entre sus costas inquietas
se percibe algún motivo.

    G X Cantalapiedra.

EL MAR INMENSO TE MARCA



EL  MAR  INMENSO  TE  MARCA
Desde la costa marina
hasta los altos de sierra,
ves hermosa la colina
que tan solo amor encierra.

El mar inmenso te marca
sin entender su misterio,
y en el silencio te embarca
en cualquier momento serio.

Los niveles de las aguas
suben y se ven de cerca,
y la mente vive en ascuas
al ver su fuerza tan terca.

El mar se llena de sueños,
son las frases marineras,
y parecen ser pequeños
viendo vidas altaneras.

Mares llenos de peligros,
caminos de noches negras,
barcos que pegan mil giros
con sus cartas de cegueras.

El rumbo se va marcando
sin mirar a las estrellas,
mientras se va navegando
en ciertas noches tan bellas.

El viento cruza los mares
para romper su silencio,
y en sus olas no hay cantares,
tan solo el peligro necio.

Los mares marcan caminos
de sendas con soledades,
sin querer ser adivinos
viven sembrando verdades.

Hay mares que tienen signos
de tristes fatalidades,
que nadie les ve divinos
sí solo dan falsedades.

     G X Cantalapiedra.

AQUEL GALLEGO QUE SOÑÓ HACER FORTUNA


AQUEL  GALLEGO  QUE  SOÑO  CON  HACER  FORTUNA
Era el año de 1945, en las tierras de Galicia, cómo en casi toda España, el trabajo era mal pagado en su mayoría, y los trabajos difíciles de encontrar. Se acababa de terminar la Segunda Guerra Mundial, y en España se sufría el bloqueo internacional, hacia el régimen del General Franco. En aquellos momentos apenas llegaban a los puertos españoles, barcos mercantes con banderas extranjeras. Aunque este hombre de tierra a dentro de Galicia, había decidido, buscarse un trabajo en alguno de esos barcos, cosa que logro en un mercante argentino, que había llegado a Vigo, en aquel día del mes de septiembre, donde este joven hombre con diecinueve años, sin pensarlo demasiado, se subió a dicho barco. El trabajo era duro dentro del barco, tan pronto estaba en la cocina de ayudante, cómo en la bodega revisando mercancía. Más el joven no se sentía apesarado, ya que el sueldo de marino, era mucho más alto, que aquel que ganaba cuidando ganado en su lugar de Galicia. La salida de su tierruña, cómo él decía, había sido pensada y meditada, ya que su novia le comento, que sí no había dinero, mal lo pasarían. Y él sin dudar un momento decidió embarcarse, sin importarle el destino, tan solo pensaba en su economía, dentro de aquel barco mercante, donde el trabajo le llevaba con muy buen humor, y sentido de la responsabilidad. La comunicación con su novia y padres, era nula, ya que cuando llegaban a un puerto, ni se molestaba en bajar del barco, y mucho menos en escribir a su novia ni a sus padres, al ser imposible recibir contestación. Tan solo pensaba en ahorrar dinero, para poder llegar de regreso a su Galicia querida, y muchas horas añorada. Los meses se fueron pasando, y cuando llevaba en el barco más de tres años, amarraron en el puerto de Buenos Aires, donde pudo salir de dicho barco, y conocer gente de su Galicia del alma. Que trataron de convencerle, para que se quedara en aquella bonita ciudad, cosa que así resulto, pronto empezó a trabajar en un restaurante Gallego de esa ciudad, donde existen varios locales con esa denominación. Sus principios fueron duros, pero se aclimato a su ambiente, y forma de vida, que tenía mucho parecido con su tierra de Galicia. Pronto escribió a sus padres y a la que fuera su novia, las cartas tardaron meses en ser contestadas, y para él un suplicio, ya que la carta de su novia nunca llegó, y la carta de sus padres, le comunicaban que aquella joven, estaba ya casada, con un hombre más mayor que ella, de una parroquia de al lado de donde él había vivido, y que era una persona con bastantes propiedades y dinero. Aquel desengaño amoroso, le causo mucha melancolía, tenía puestas sus ilusiones en volver a su tierra con dinero, y hacerla su esposa para toda la vida, pero aquella noticia, le pareció fatal, ya que sus sueños de muchas noches en los mares del mundo, habían sido para ella. En aquellos momentos el dinero ahorrado, le parecía una condena, y aunque trato de consolarse, se le hizo muy cuesta arriba, pasando muchos días y semanas dando vueltas a su penoso tema. Buenos Aires tenía muchas salidas, para poderse abrir camino, y poco a poco se fue recuperando de aquel penoso desengaño, y de nuevo conoció a una bella joven, que también procedía de Galicia, y que en el futuro seria su esposa, en aquellas tierras de la América del Sur, llamadas ya entonces, La América Latina, donde sin muchos sobresaltos, paso sus muchos años de vida, intentando volver a su Galicia del alma, para poder visitar a sus padres ya mayores y hermanos, además de la familia de su esposa, donde sus hijos no eran conocidos, habían pasado cuarenta años de su marcha, todo le parecía distinto, incluso pudo ver a la que fue su novia, ya viuda, pero su desengaño amoroso, se pudo curar de repente, al verla una mujer mayor con muchos kilos encima, y sin apenas poder reconocerla, ya que fue un viejo amigo de su infancia, quien le activo su memoria, diciendo menos mal qué te marchaste, sí no esa sería hoy tu esposa, alégrate de a ver sido un hombre libre por los mares del mundo, y de tener esa familia que es un verdadero tesoro. El final de aquel viaje le hizo feliz, y se marchó de nuevo para Argentina, con su morriña, pero contento de a ver pisado su Galicia natal. G X Cantalapiedra.      

SOMBRAS DE GALICIA



 SOMBRAS  DE  GALICIA
Buscando caminos
llenos de leyendas,
sin penosos signos
las vidas se enredan.

Sombras de Galicia
sin ver a sus meigas,
quiero la delicia
de músicos Celtas.

La tierra clamando
su razón se inventa,
el viento callando
todo lo alimenta.

Las sombras perdidas
corren las riberas,
sin verse vencidas
buscan primaveras.

La luz de tinieblas
me parece tensa,
caminos de nieblas
en la noche inmensa.

Corriendo los vientos
las sombras detestas,
muchos sufrimientos
se van con las fiestas.

Los sueños volando
se olvidan de sombras,
quieren ir callando
mientras que te asombras.

Las noches descubren
sombras muy penosas,
que todo lo cubren
incluso las fosas.

Sombras de Galicia,
en costas dichosas,
son esa caricia
con olor de rosas.

    G X Cantalapiedra.

miércoles, 16 de agosto de 2017

ALGUNAS SENDAS PERDIDAS



ALGUNAS  SENDAS  PERDIDAS
En la Galicia Profunda
donde algún monte se pierde,
hay rincones donde abunda
el viento que no se vende.

Miro los montes brillando
con sus árboles eternos,
al tiempo que voy notando
cómo vienen los inviernos.

Algunas sendas perdidas
completas de bosque y cielo,
parecen ser elegidas
para darnos su consuelo.

La nostalgia de sus rías
con ciertos barcos ligeros,
hacen de mañanas frías
sentimientos pasajeros.

Quien pudiera ser amigo
de los vientos altaneros,
sin recibir su castigo
ni sus fríos traicioneros.

Corren los vientos deprisa
por los montes y senderos,
al tiempo llega la brisa
con ritmos aventureros.

En La Galicia Profunda
entre sus bellos senderos,
es la arboleda fecunda
sin ser vientos agoreros.

Estas laderas gozosas
llenas de sudor y miedo,
me parecen más hermosas
cuando comprendo su credo.

Desde las rías dichosas
donde brillan los senderos,
se ven laderas con rosas
de signos perecederos.

    G X Cantalapiedra.

PERSONAJES SIN SENTIDO QUIEREN BORRAR A MACHADO


PERSONAJES  SIN  SENTIDO   QUIEREN  BORRAR  A  MACHADO
Personajes sin sentido
amantes de la incultura,
tienen su norte perdido
en manos de la amargura.

Protagonista del miedo,
sembradores de locuras,
abrazan siempre ese credo
donde caminan a oscuras.

Derivan sus intenciones
con consignas tremendistas,
y buscan las soluciones
que son independentistas.

Es Don Antonio Machado
un exiliado forzoso,
que pudo ser condenado
en su caminar honroso.

Hay gentes en Cataluña
con sentidos muy facciosos,
queriendo meter su cuña
en personajes dichosos.

Entre vientos de locuras
y caminos sin salida,
pregonan sus amarguras
al ver su ruta perdida.

Consienten las corrupciones
de personajes altivos,
y muestras sus sensaciones
con penosos adjetivos.

Nos pregonan sus leyendas
llenas de falsa cultura,
y buscan penosas sendas
entre frases de incultura.

Machado dejo sus versos
repletos de humanidades,
que algunos les ven suspensos
por sus tristes soledades.

Nadie borrara sus ecos
ni sus buenas intenciones,
puede que existan los tercos
con malignas soluciones.

     G X Cantalapiedra.