EL MADRID DE LAS
CUARENTA FANEGAS
Fueron tiempos
de labranza
con sus arados
romanos,
Madrid tuvo su
balanza
de términos más
humanos.
Fueron Cuarenta
fanegas,
con los terrenos
comprados,
ya se acabaron
las siegas
con temor a los nublados.
Casas de lujo
ahora mismo
en un barrio
encandilado,
aquellos tiempos
de abismo
solo es recuerdo
quemado.
Madrid mirando a
su norte
que le llamaron
sagrado,
para formar el
resorte
del constructor
informado.
Tierras que
fueron medidas
con la fanega a su
lado,
algunas fincas
perdidas
cambiaron de
mano en mano.
Eran tiempos de
posguerra
en un Madrid
poco sano,
los dueños de
aquella tierra
no tuvieron sueño
vano.
Donde Madrid se
prolonga
sin entender de
sembrados,
hubo dinero que
engorda
por los terrenos
privados.
Madrid creciendo
sin cotos
en sus barrios
más modernos,
hablan de los
campos rotos
y de caminos
eternos.
Hay nombres para
el olvido
que apenas les
vas sintiendo,
existe algún barrio
erguido
que su historia
va fingiendo.
G X Cantalapiedra.
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