jueves, 25 de julio de 2019
SORIA ESA GRAN DESCONOCIDA
SORIA ESA GRAN DESCONOCIDA
Cuando miramos al Duero
sin entender su destino,
viendo sus piedras de acero
vamos sintiendo su signo.
Soria de viejas pasiones
en torno de su Castillo,
donde vives sensaciones
que tienen flamante brillo.
Cuando le miras al Duero
al visitar San Saturio,
vives su buen romancero
en enero como en julio.
Laderas que son testigos
de esta ciudad de silencio,
donde ves pinos amigos
que tienen su justo precio.
Soria mirando el pasado
con su corazón atento,
es un lugar encantado
que sabe de sufrimiento.
Campanas que van sonando
por la Ribera del Duero,
el alma van alegrando
a quien pregona un “te quiero”.
Cuando se notan las brisas
que viene arrastrando el Duero,
en Soria vives sonrisas
de cualquier aventurero.
Esta tierra de pinares
con sus versos altaneros,
es de los bellos lugares
donde se pisan senderos.
Soria se lleva en el alma
sin pedir ningún dinero,
el conocerla da calma
y más visitando el Duero.
G X Cantalapiedra´.
QUE SE VAYAN LOS POLÍTICOS CACIQUES
QUE SE VAYAN LOS POLITICOS CACIQUES.
Entre sombras escondidas
vienen buscando butacas,
y sueñan ser elegidos
para dejarnos sus tracas.
Políticos sin conciencia
envueltos en agonías,
nos hablan mucho de ciencia
para romper armonías.
Salvadores de sus sueños
buscando dinero al día,
siempre dejaran empeños
entre su sucia porfía.
Caciques de media tinta
que no dejaran remedios,
ver su imagen te despista
al decir que existen medios.
No saben de mediaciones
ni buscan entendimiento,
solo dejan tentaciones
que siembran el desaliento.
Las butacas son camino
de sus penosos silencios,
nos hablan del don divino
cuando sueltan sus desprecios.
Aduladores de reglas
que viven soñando imperio,
provocando las tragedias
en cualquier momento serio.
Estos seres caciquiles
que no buscan los remedios,
hoy me parecen más viles
al hablarnos de otros medios.
Forjadores de miserias
que ocultan sus sentimientos,
viven haciendo comedias
mientras causan sufrimientos.
G X Cantalapiedra.
25 – 7 – 2019.
EL DÍA DE SANTIAGO EN LA SECA
EL DIA DE SANTIAGO EN LA SECA
En las viejas tradiciones
La Seca se despertaba,
teniendo las emociones
que la juventud marcaba.
Las grandes chocolatadas
eran siempre divertidas,
muchas horas encantadas
fueron señas elegidas.
Segadores y hortelanos
con fiesta comprometida,
todos los seres humanos
sentimos la tarde erguida.
Santiago con chocolate
de una marca conocida,
Juan Ruiz era escaparate
que nos alegró la vida.
La Calle Real de testigo
para tan grande movida,
la limonada fue amigo
en esa villa elegida.
Son costumbres Lasecanas
con signos de maravilla,
aquellas tardes tan sanas
hoy las recuerda mi Villa.
Sin tener ningún complejo
en La Seca se sentía,
aquel tiempo fue reflejo
que nos marcó su alegría.
La vida nos va dejando
muchos ratos de armonía,
donde fuimos disfrutando
de la buena compañía.
Que no se borre el recuerdo
de aquellas fiestas sentidas,
donde cualquier joven cuerdo
no quiso sentir heridas.
G X Cantalapiedra.
miércoles, 24 de julio de 2019
EL MIEDO A LOS JABALIS
EL MIEDO A LOS JABALIS
En las sombras de la noche
se sienten ciertas pisadas,
nadie puede poner broche
a sus temidas andadas.
Los coches pasan deprisa
sin entender de paradas,
la noche deja esa brisa
de duras encrucijadas.
De poco valen las cercas,
ni las gatas enceladas,
las noches parecen tercas
cuando llegan las manadas.
Están ladrando los perros
con su furia inusitada,
se ponen los fuertes hierros
al ver pasar la cercada.
Las praderas son mordidas,
el agua sigue buscada,
las noches siguen temidas
esperando la alborada.
En Hoyo de Manzanares
se conocen las manadas,
los jabalís trazan males
que dejan noches marcadas.
Las noches vienen deprisa
con sus temidas distancias,
el viento deja esa brisa
de calores y arrogancias.
El miedo marca senderos
en las horas silenciadas,
jabalís aventureros
dejan sus huellas grabadas.
Terrenos de baja sierra,
que les da sombra El Picazo,
en su corazón encierra
el temor de algún zarpazo.
G X Cantalapiedra.
NOCHES DE MADRID ENDIABLADAS.
NOCHES DE MADRID ENDIABLADAS
Corrían vientos del norte
en las frías madrugadas,
la droga fue mal resorte
dejando vidas dañadas.
Hablaban de ser moderno
en las noches endiabladas,
y se fueron al infierno
con sus vidas marginadas.
La droga vino corriendo
sin explicar sus maldades,
algunos fueron mintiendo
con enormes falsedades.
El paraíso en la tierra
lo vimos inaceptable,
y a mucha gente la entierra
de una forma incontrolable.
Aquel Madrid de otro siglo
con esperanzas perdidas,
hubo leyes con sigilo
dejando vidas hundidas.
Ese caballo de muerte
que habito por las esquinas,
no se puede hablar de suerte
ni de palabras divinas.
Barrios llenos de desgracias
entre la gente sencilla,
personas con mentes lacias
tuvo esta penosa villa.
Madrid recuerda los muertos
algunos con su jeringa,
fueron momentos inciertos
que a mucho joven le pringa.
Hoy solo quedan lamentos,
de aquella gente sufrida,
tuvimos malos inventos
acompañados del SIDA.
G X Cantalapiedra.
lunes, 22 de julio de 2019
CRUZAR EL PUENTE DEL RÍO DUERO POR TORDESILLAS
CRUZAR EL PUENTE DEL DUERO POR TORDESILLAS
Cuando se sueñan delicias
sobre las aguas del Duero,
vas buscando las caricias
de algún amor verdadero.
No vale poner senderos
si el río marcha tranquilo,
los gestos aventureros
dicen que tienen su filo.
Sentir al Duero sonando
con su ritmo de cantares,
es algo que vas logrando
en muy poquitos lugares.
Cuando siento bien sus brisas
en las frías madrugadas,
voy recordando sonrisas
de personas allegadas.
Cruzar el Puente Romano
con sus historias perennes,
es caminar con pie sano
sin sufrir ciertos vaivenes.
El Duero sigue su curso
entre buenas vibraciones,
su caudal tiene el recurso
de vivir negociaciones.
Tordesillas de pasada
nunca la vi vanidosa,
la sentí como encantada
y desde lejos hermosa.
Costumbres del viejo Duero
que se arraigan en su tierra,
donde se dice un te quiero
y solo la muerte entierra.
Un Puente con Romancero
entre solera y pasiones,
donde alegre corre el Duero
con sus buenas sensaciones.
G X Cantalapiedra.
AQUELLAS BRISAS DE LA MAÑANA
AQUELLAS BRISAS DE LA MAÑANA
En aquellas mañanas del mes de agosto de 1955, la siega a mano con hoz, era lo más normal en La Castilla Profunda, además eran las fechas donde los segadores, podrían ganar algún dinero, que luego en las jornadas de terminado el verano, se quedaban sin trabajo, y no existiendo el paro, las economías caían en picado. Fueron muchos los segadores, que habiendo pasado el verano segando en Tierra Blanda, al terminar el verano, decidían coger su maleta, y empezar su inmigración forzosa. Aquellas pesadas maletas, que el carpintero señor Toribio, fabricaba, se llenaban con camisas y demás ropa que tenían en uso, para salir a la aventura de las ciudades del norte de España, o Madrid, Fueron años difíciles, pero los segadores sabían ser sufridores, en aquellas frías mañanas, las hoces afiladas, se calentaban incluso con la marea, y empezaban mucho antes de salir el sol, a ir segando los cereales, que entonces se sembraban. Los gavilleros se dejaban ver, incluso con las brisas de la mañana, en aquella Castilla labradora, que apenas tenía maquinaria agrícola, entonces era cuando los tractores iniciaron su trabajo en el campo, y aquellos segadores, ya advertidos del futuro que se aproximaba, pensaban en salir huyendo de aquellos lugares, donde el trabajo era duro y poco remunerado. Aquellas mañanas donde apenas cantaban los grillos por el frío, donde se segaba con chaqueta de pana vieja, eran momentos duros y trabajosos, algunos trigos estaban tumbados, por tormentas con granizo, o simplemente por el peso del grano, el trigo Candeal, o el trigo Aragón, ocupaban la mayor parte de los campos de cereales, y la otra parte de la agricultura, eran las viñas, que algunas eran tan viejas, que ni las personas mayores sabían los años de su plantación, uno de mis abuelos, me comentaba, hay viñas o majuelos, que deben tener más de trescientos años, creo que no se equivocaba, sus troncos casi roídos por el tiempo, se podían romper a patadas, sin dejar la cepa de dar uvas. Sus rastros en el Verdejo, eran como de siglos amontonados. Y sus raíces se extendían por debajo del suelo, sin apenas notarse. Todos aquellos signos, eran los que principalmente, hicieron la emigración forzosa. Las calles de Baracaldo, y otros lugares del Norte, fueron llenándose de segadores, que trabajaron en canteras, en fábricas de fundición de hierros, y en diferentes sitios o lugares, donde sacaban sus salarios sin conocer el paro. Las escuelas de La Castilla Profunda, se quedaban sin sus alumnos, donde empezábamos, 55, niños el curso, y terminábamos menos de 50, niños, mejor dicho, al iniciar el curso, pasábamos de 300, niños en total, las niñas eran la mitad de esa cantidad, que al finalizar en junio, se habían quedado en un promedio de 260, niños más o menos. Cada año al terminar la siega, era la misma canción, las maletas en el coche de línea, y con ellas las familias inmigrantes, camino de diferentes lugares, eso sí, con la esperanza de empezar una nueva vida, en donde fuera posible, sin poner trabas a ningún empleo. Hoy reflexionando sobre aquellos años, se me viene a la memoria, la cantidad de compañeros que perdí, algunos con muchas ganas de aprender y abrirse camino en la vida, como años después he comprobado. Yo también estuve a punto de ser uno más en ese difícil camino sin retorno, pero mi Padre aconsejado por mi Abuelo, decidió quedarse en la villa, cuando tenía los burros y las pocas propiedades medio contratadas, mi Madre no quería ser inmigrante, era amante de su tierra y sus costumbres, la familia de mi Padre vivió en La Castilla Profunda, que yo tenga papeles, desde el año 1545, pero hoy todos los hermanos, nos marchamos a buscar una nueva vida, sin olvidarnos de nuestras raíces, y de nuestros antepasados, que también fueron segadores… G X Cantalapiedra.
miércoles, 17 de julio de 2019
FUERON TIEMPOS DE LLANTO Y DOLOR
FUERON TIEMPOS DE LLANTO Y DOLOR
Eran tiempos de codicia, que se marcharon volando,
fueron sueños con malicia que nadie les vio brillando.
Entre vientos heladores una razón fue marchando,
al ver a viejos señores que su voz fueron alzando.
Los caminos del infierno se fueron abarrotando,
y sin llegar el invierno un frío les fue marcando.
Un cumulo de pesares fueron pisando caminos,
y en muchos de los hogares pensaron en tristes signos.
Voces que van desgarradas en los pechos más queridos,
sendas que fueron borradas al ver los pueblos perdidos.
Los caminos y razones dejaron de ser sensatos,
se rompieron ilusiones entre los malditos tratos.
Las lágrimas implorando a las razones perdidas,
poco a poco van brotando aunque viven reprimidas.
Soledades del camino que buscó las nuevas metas,
cada cual tiene su signo en las noches más inquietas.
No vale sentirse humilde si se pierde la conciencia,
ya no vale el inscribirse para pedir la clemencia.
Llorando los familiares de aquellos amargos llantos,
conocimos los lugares de lutos y sobresaltos.
Ya no sirve la distancia de aquellos tiempos amargos,
ni repetir la ignorancia de sufrir los pasos largos.
Las palabras se perdieron sin pedir explicaciones,
a veces se confundieron entre malas intenciones.
Seres que llaman humanos cargados de fanatismo,
que con actos inhumanos buscaron siempre el abismo.
Nunca puede haber razones que pregonen pesimismo,
en los malos corazones nunca reina el humanismo.
Hay soledades amargas cargadas de tremendismo,
y jornadas menos largas que solo son matonismo.
G X Cantalapiedra.
domingo, 14 de julio de 2019
VACACIONES POR LA MANCHA
VACACIONES POR LA MANCHA
Van llegando los nativos
de esas tierras solidarias,
quieren celebrar festivos
en fechas extraordinarias.
Vacaciones por La Mancha
entre viejas tradiciones,
donde la historia te engancha
entre buenas vibraciones.
Costumbres que van marcando
los caminos de la vida,
por donde viven soñando
tener su ruta elegida.
Brisas de calores fuertes
sobre sus grandes llanuras,
donde se temen las muertes
que producen las locuras.
Vacaciones con viñedos
que hacen más bello el paisaje,
caminos que dan enredos
sin entender de linaje.
Las maletas esperando
para vivir muchos sueños,
la vida se va alegrando
con sus momentos risueños.
Sobre la tierra manchega
se disfrutan alegrías,
el calor nunca se pliega
y se viven armonías.
El sol viene calentando
sin preguntar por caminos,
La Mancha sigue aguantando
con recuerdos de sus vinos.
Vacaciones con calores
que hacen grandes las distancias,
donde se viven amores
con gestos de tolerancias.
G X Cantalapiedra.
LA SECA VA RECORDANDO
LA SECA VA RECORDANDO
Los caminos de La Seca
todos tienen sus recuerdos,
con solo tocar su tecla
aparecen hombres cuerdos.
La Seca tiene caminos
que me parecen sencillos,
algunos con grandes trinos
y otros con sus buenos brillos.
El Camino La Almendrera
tiene brisas de pasiones,
cuando miras La Frontera
hacia Rueda hay emociones.
Por El Camino del Puerto
con su Carretera Blanca,
puedes encontrar aliento
al ver que vives la calma.
El Camino de Los Perros
lo mismo que el de Ventosa
no nos sirven ciertos hierros
que pueden ser una losa.
El Camino Ruedangosto
tuvo transito nocturno,
nadie pudo ver el rostro
de lo que fuera un mal turno.
El Camino de La Perdiz
con sus pozos hoy secados,
el ayer tiempo muy feliz
y hoy no pueden ser regados.
El Camino de Las Brujas
con sus sueños marginados,
donde las mentes se estrujan
entre pasos endiablados.
La Seca tiene caminos
que pueden ser señalados.
sin ser sendas de adivinos
fueron lugares nombrados.
G X Cantalapiedra.
EN LA SENDA DEL TORREZNO
EN LA SENDA DEL TORREZNO
Cuando faltan los calores
y se viven las promesas,
se conocen los sabores
sin querer tener sorpresas.
La ciudad del Burgo de Osma
como tierra de matanzas,
ves divisando en su loma
muchas viejas esperanzas.
Y sobre la Calle Mayor
ha nacido la templanza,
dando a su torrezno el sabor
que hace grande su balanza.
En “la Senda del Torrezno”
siendo ruta de bonanza,
no se le teme al invierno
al ver su bonita danza.
Cuando se vive la vida
sin despreciar la ignorancia,
esta ruta se ve erguida
con turismo y elegancia.
Torreznos que son historia
de otras épocas pasadas,
El Burgo tiene memoria
al recordar sus andadas.
Ruta que tiene alegría,
con su signo de arrogancia,
donde se vive armonía
sin preguntar la distancia.
Esta “Senda del Torrezno”
que se siente respetada,
nadie dice ver infierno,
siendo su senda añorada.
Las costumbres de esta tierra
se refuerzan con sus danzas,
y en su vivir hoy se encierra
un vendaval de semblanzas.
G X Cantalapiedra.
sábado, 13 de julio de 2019
ALICANTE NO TE OLVIDO DESDE SORIA
ALICANTE NO TE OLVIDO DESDE SORIA
Entre tormentas enormes
voy recordando Alicante,
rayos que no están conformes
retornan en un instante.
En estos bellos pinares
los truenos son más gigantes,
el cielo marca lugares
entre brillos expectantes.
Alicante en la memoria
con tormentas de verano,
que aquí se temen en Soria
al ver su furor profano.
Los relámpagos sin miedo
son los dueños de la tarde,
algunos tienen enredo
al ver la tormenta que arde.
Entre brisas pinariegas
las noches son más amables
si las tormentas se pliegan
hay motivos saludables.
Alicante de calores
con humedades delante,
entre bonitos colores
la vida sigue elegante.
Palmeras que van flotando
sobre las tardes sentidas,
pinares que están marcando
muchas noches elegidas.
Las caricias del verano
parece que van unidas,
donde se ve al ser humano
con las frases escogidas.
Soria viviendo la noche
con sus misterios y heridas,
y Alicante pone el broche
a las noches divertidas.
G X Cantalapiedra.
MEDIA MARATÓN DEL BURGO DE OSMA
MEDIA MARATÓN DEL BURGO DE OSMA
Los etíopes van pensando
en ganar esta carrera,
saben que siguen volando
en verano y primavera.
Zapatillas amarradas
a sus tan flacuchas piernas,
que piensan por bien ganadas
estas etapas primeras.
Los corredores nerviosos
esperan siempre la meta,
ellos se ven voladores
sin ver su salud inquieta.
Siempre soñando los triunfos
de nuestros buenos atletas,
y pensamos en difuntos
que ganaron en las metas.
La maratón esperando
en esta tarde completa,
las tormentas van pasando
y queda lejos la meta.
Los ánimos van volando,
los atletas se presentan,
la Plaza vive esperando
pronósticos que se aumentan.
En esta tarde soriana
de correr con esperanza,
la carrera siempre es sana
y se nota su templanza.
Desde el África sedienta
vienen pensando en España,
cualquier premio les alienta
sin ver la carrera extraña.
Españoles con coraje
quisieran llegar primeros,
más aquí no hay vasallaje
y triunfan los extranjeros.
G X Cantalapiedra.
CUANDO TE MARCAN DISTANCIAS
CUANDO TE MARCAN DISTANCIAS
Frases que dejan las dudas
de palabras anheladas,
en ocasiones agudas
dejan horas señaladas.
Hay palabras con locuras
que dejan casas cerradas,
y momentos de amarguras
entre frases renegadas.
Cuando te marcan distancias
sobre tus pasos tranquilos,
vives dejando arrogancias
y perfilas los suspiros.
De nada valen razones
para quien busca dinero,
solo te da sensaciones
de ver un mal embustero.
Las distancias en la vida
dejan mal a los obreros,
a veces ven esa herida
que sufren los jornaleros.
Tengo luces en las noches
por dentro de mi cerebro,
y no puedo poner broches
a quien sueña con dinero.
Cuando te marcan los signos
de haber nacido un obrero,
escuchas penosos trinos
sin sentirte un pordiosero.
Vienen gritando distancias,
con prisas buscan dinero,
y se llenan de arrogancias
entre sombras de embustero.
La noche lo cura todo,
¿pobre del que nace obrero?,
la vida tiene su lodo
que hace más grande el dinero.
G X Cantalapiedra.
CUANDO SE SUEÑAN REGRESOS
CUANDO SE SUEÑAN REGRESOS
La vida marca regresos
con sus buenas vibraciones,
y temes sufrir tropiezos
cuando se sueñan pasiones.
No hay caminos imposibles
si se sueñan sus motivos,
las rutas que son visibles
siempre buscan los festivos.
Vives soñando regresos
a la tierra que nacimos,
y temes sufrir suspensos
que más tarde percibimos.
Hay palabras marginadas
sobre la tierra querida,
y personas recordadas
en aquella villa erguida.
Todo camina elegido
sin entender las razones,
el llanto vive escondido
entre malas soluciones.
Cuando sientes el pasado
en el fondo de tu vida,
temes verte marginado
al no ver ruta sentida.
Vas notando la presencia
de pasos que son olvido,
y no quieres la inocencia
de algún humano perdido.
No queda ningún remedio
para quien siembra amarguras,
por el camino del medio
tan solo se ven locuras.
Hay que llenarse de calma
ante palabras indignas,
solo la muerte reclama
cual fueron nuestras consignas.
G X Cantalapiedra.
NO LE CANTES A LA MUERTE
NO LE CANTES A LA MUERTE
Me dijeron siendo niño,
“No le cantes a la muerte,
que nunca te da cariño,
ni podrá cambiar tu suerte”.
Eran frases bien marcadas
con destinos penitentes,
entre voces desgarradas
en los momentos presentes.
No puede cantar el alma
en ciertos duros instantes,
ni tampoco pedir calma
cuando son llantos constantes.
No hay silencios bien llevados
cuando notas los lamentos,
la mente siente tornados
al sufrir muchos tormentos.
Me asustan los cementerios
con sus tumbas refinadas,
existen momentos serios
de costumbres encumbradas.
Muerte que vienes callando
sobre valles y colinas,
tu sombra llega matando
entre palabras divinas.
En la dulce primavera
se respiran esperanzas,
no quieres muerte a tu vera
ni contemplar sus balanzas.
No quisieras ver la muerte
en tus seres más queridos,
aunque siempre está presente
con sus pasos deprimidos.
Deja que pase la muerte
por delante de tu casa,
ella no tiene aliciente
aunque la salud la arrasa.
G X Cantalapiedra.
CAMINO DEL CEMENTERIO
CAMINO DEL CEMENTERIO
La Seca vive su duelo
con sus preguntas de muerte,
y a la vez quiere consuelo
para sufrir el presente.
Los vecinos van pensando
en los sufridos momentos,
donde el dolor va ganando
con penosos sufrimientos.
Los cipreses esperando
como llegan los vecinos,
el ambiente va dejando
muchos y sufridos signos.
El silencio se amontona
sin comprender las razones,
y alguna voz se corona
entre tristes negaciones.
Los caminos de la vida
todos tienen sus finales,
con la razón entendida
nunca serán muy normales.
Ecos cargados de penas
sobre todo el cementerio,
la muerte arrastra cadenas
en cualquier momento serio.
No vale mirar al cielo
ni rezar incomprensiones,
a veces sobre este suelo
ves las sufridas lecciones.
Sientes llorar al silencio
como testigo invisible,
sin querer hacer desprecio
todo parece posible.
Los sonidos de la tierra
hacen vibrar sensaciones,
cuando al muerto se le entierra
te llenas de conclusiones.
G X Cantalapiedra.
ERAN FECHAS DE PENUMBRAS
ERAN TIEMPOS DE PENUMBRAS
Soplaban vientos amargos
en aquel valle del vino,
recordamos pasos largos
y algún posible adivino.
Sin querer saber su suerte,
emprendieron el camino,
nadie pensaba en la muerte
ni en escuchar bellos trinos.
Se marcharon en silencio
para la tierra asturiana,
nadie quiso poner precio
aquella fría mañana.
Era Gijón el destino
sin pensar en las paradas,
pensaron en hilar fino
en las minas trabajadas.
La Camocha fue su mina,
en ella sufrieron danza,
su carácter determina
el poder hacer balanza.
Castellanos de Castilla
sobre la tierra asturiana,
gente con vida sencilla
entre su templanza sana.
Eran tiempos de penumbras
con miserias extremadas,
hubo penas que se alumbran
en las casas mal guardadas.
Asturias como destino
lo mismo que Vascongadas,
cada cual tuvo su signo
en las misiones marcadas.
La Seca quedó pensando
en las serias desbandadas,
la vida fue mejorando
entre casas arruinadas.
G X Cantalapiedra.
EN LAS FECHAS DE LA NAVIDAD
EN LAS FECHAS DE LA NAVIDAD
Aquel joven soriano, que inicio su escapada a la ciudad de Barcelona, en las fechas del final de invierno, de 1963, estaba preocupado para volver a su tierra, y poder contar a su familia, como le iba la vida en la tierra Catalana. Su regreso era casi una cita con todo aquel entorno, que durante años fue su propia vida, y que esperaba encontrar sin muchas diferencias. La salida de Badalona, lugar donde residía, y tenía su trabajo, fue tranquila, llegando con facilidad hasta Zaragoza, y desde allí por autobús a Soria, y más tarde a su lugar de origen, donde le esperaban padres y hermanos, que en aquel pueblo, tenían su forma de vivir de la agricultura. El regreso era feliz, sin prisa, sin complicaciones de circulación, tan solo mulas y asnos transitaban por los caminos de su tierra soriana, donde el un buen día decidió cambiar de vida, sin esperar que su tierra le pudiera tirar tanto, El encuentro con sus familiares, era de lo más gozoso, le llamaban el catalán para nombrarle, y él se sentía gozoso al comprobar como las acémilas y el burro, le reconocieron con solo hablarles, cuando estaban bebiendo en el pilón de su pueblo. Aquel momento le hizo recapacitar sobre su marcha, al ver que los animales no le tenían en olvido, era duro el estar allí de nuevo, ante sus vecinos que cada uno le daba sus impresiones, de aquel viaje a lo desconocido. Sus pensamientos volaban, en aquella encrucijada de ideas, veía las casas donde su vida había trascurrido, hasta que un día al ser mayor de edad, emprendió su viaje, con las ideas de formar una familia y un hogar, para seguir adelante su vida, sin la incertidumbre de estar mirando al cielo, para saber si se cogía cosecha de cereales, o si una mala nube de tormenta, podría machacar la cosecha a punto de ser recogida. Todo aquel cumulo de diferentes cosas, se cruzaron por su mente, y sin saber cómo responder, a los pocos amigos que se quedaron en su pueblo, trabajando en la agricultura, que por entonces se empezaba a mecanizar a fondo. La noche en el bar de aquella localidad, todo fueron preguntas, y el respondiendo como mejor podía. Aquellas fechas de Navidad, fueron días de pensar en el mañana, de saber si en el fondo de su alma, estaba convencido de su aventura de inmigrante, algunas preguntas de sus paisanos, se quedaron sin respuesta, pero sus padres y hermanos, le animaban a seguir su camino, para que nadie de allí le llamara fracasado, y su vida tomara otro distinto camino. Al pasar aquellos días, de nuevo cogió su pequeña maleta, y emprendió su camino hasta Badalona, lugar de muchos inmigrantes, de todas partes de España, y al llegar a la casa donde estaba de patrona, respiro hondo, y en ese momento cambio de ideas, pensando en aquellos días de poder quedarse en su tierra, sin apenas futuro, al ser varios hermanos, y las propiedades que tenían eran pocas. Quiso hacer borrón y cuenta nueva, y empezar a ser una persona que aunque amara mucho a su tierra, tan solo el tener el trabajo seguro, y bastante bien remunerado, le harían mirar adelante, sin el problema de tener que mirar al cielo, unas veces por los hielos, otras por la sequía, y en el verano por las malas tormentas, era estar todo el año temblando. Desde aquel día de su vuelta al trabajo, empezó a sentir su vida de otra forma distinta, ya no había vuelta atrás, su mundo estaba a quinientos kilómetros de donde un día del mes de mayo había nacido, su sencillez le tenía conforme, y poco a poco se fue abriendo camino en Badalona, aunque nunca dejo de ser soriano, y al jubilarse en el año 2005, no dejo Cataluña, ya que sus hijos se sentían de aquella tierra, que un día de gris invierno, le dio cobijo a su padre, y donde su madre había nacido. G X Cantalapiedra.
EL RÍO UCERO SE RESIENTE
EL RÍO UCERO SE RESIENTE
Estos calores de julio
vienen al río marcando,
atrás dejamos a junio
que su calor fue dañando.
Sobre la tierra soriana
el agua marcha tranquila,
brillando por la mañana
de una forma que se estila.
El Ucero va notando
estos calores profundos,
mientras el viento volando
suelta sonidos absurdos.
Entre murallas altivas
El Ucero se apasiona,
y en las fechas más festivas,
dicen que el río razona.
Reflejando su contorno
sus aguas marchan serenas,
al ser precioso su entorno
no se distinguen las penas.
El Ucero va pensando
mientras escucha los trinos,
dicen que el agua va hablando
de sus momentos divinos.
Piedras cargadas de siglos
son testigos de sus puentes,
sin despreciar los sigilos
que a veces marcan ambientes.
El Ucero le presiento
entre lluvias torrenciales,
su sonido de contento
tiene formas naturales.
Pasaran estos calores
que vienen secando fuentes,
puede que queden candores
al ver vivir alicientes.
G X Cantalapiedra.
LOS NOVILLOS EN LA SECA
LOS NOVILLOS DE LA SECA
Tradiciones caminando
por las tierras lasecanas,
hombres que siguen pensando
en hacer bellas mañanas,
El tres y cuatro de agosto
La Seca tiene motivos,
de poder beber buen mosto
y respetar sus festivos.
Los novillos lasecanos
tienen siglos de leyendas,
y son muchos los humanos
que quieren pisar sus sendas.
La fiesta sigue esperando
alegrar los corazones,
y en su ambiente van llegando
muchas nuevas emociones.
La Calle Real se prepara
para marcar los encierros,
sus talanqueras repara
y se arreglan ciertos hierros.
Vienen sonando los gritos
de los fororos con peñas,
apenas se escuchan pitos
en estas fiestas risueñas.
Novillos que van corriendo
animando los festivos,
quisieran verlos bramando
entre sus bellos motivos.
Novillos que marcan fechas
en La Castilla Profunda,
sueños que nunca son brechas
donde la alegría abunda.
Los ecos llegan marcando
a las peñas más famosas,
hay gentes que van pensando
hacer las fiestas dichosas.
G X Cantalapiedra.
lunes, 8 de julio de 2019
MADRID Y SU TEMIDA CONTAMINACIÓN
MADRID Y SU TEMIDA CONTAMINACIÓN
Madrid se nota con pena en estas fechas terribles,
al sufrir esa condena de sus humos bien visibles.
Madrid respira sus humos escondiendo las verdades,
los pulmones se hacen grumos en los grandes hospitales.
Las mentiras van volando en los grises de su cielo,
mientras vamos respirando ese ambiente sin consuelo.
Vienen deprisa gritando, “Los muertos se van al cielo”,
y el madrileño pensando su verdad sobre este suelo.
Hospitales remendando los pulmones medio muertos,
poco a poco van contando los enfermos más inciertos.
El Centro tiene su pena de un ayer con su remedio,
y hoy notamos la condena de sufrir un mal convenio.
Nos marcaran el destino entre grises de su cielo,
hoy Madrid tiene un mal signo de políticos sin vuelo.
Viene el viento de la sierra y Madrid va respirando,
luego miramos su tierra que se va contaminando.
Muchas leyes abrazamos para vivir sin problemas,
y otras normas despreciamos por anular los esquemas.
Mascarillas socorridas tendremos en hospitales,
y en las calles permitidas por los humos tan fatales.
Madrid temiendo los días donde apenas se note aire,
y en esas mañanas frías sufriremos el desaire.
Ambulatorios repletos de pulmones complicados,
hombres que quieren inquietos ver sus días más cuidados.
Madrid mirando su Centro que quieren verle anulado,
habrá que pensar por dentro quien muere de un constipado.
Las mentiras van corriendo sin explicar los hartazgos,
a su paso voy sintiendo que sus vuelos no son largos.
Madrid no quiere mentiras que puedan causar estragos,
la ciudad teme las giras de pasar tiempos amargos.
G X Cantalapiedra.
6 – 7 – 2019.
HOYO DE MANZANARES EN SUS SOLEDADES.
HOYO DE MANZANARES EN SUS SOLEDADES
Hay ecos que van volando sobre las viejas encinas,
mientras los vientos silbando recorren bien sus colinas,
En Hoyo de Manzanares se presienten soledades,
quizá tengan sus hogares historias que son verdades.
Soledades de la noche que parecen embrujadas,
algunas ponen el broche a palabras mal llevadas.
Sendas que tienen atajos con sus casas encantadas,
sierra que tuvo trabajos de las piedras trabajadas.
Soledades de silencio entre pájaros que cantan,
donde no se pone precio a los ecos que te encantan.
Cuando la tarde termina y El Picazo te amenaza,
la vida te determina el revisar la terraza.
Soledades que se pierden entre grises esperanzas,
sombras que a veces se extienden en las temidas templanzas.
Esta sierra madrileña sin comentar sus hazañas,
nunca quiso ser la dueña de las horas más extrañas.
Silencios que siguen vivos entre soledades vagas,
que no quieren adjetivos en las noches más amargas.
Soledades de la sierra, mi soledad me reclama,
que el amor vive en la tierra para poder darte calma.
Al ver que brilla la Luna con su antorcha iluminada,
espero tener fortuna viendo mi vida soñada.
En Hoyo de Manzanares la noche marcha endiablada,
no conozco los cantares de su bella madrugada.
Siento la noche extinguida cuando llega la alborada,
mientras se nota la vida que quiere seguir cantada.
Soledades de la sierra entre voces enmarcadas,
que los hombres de esta tierra les gustan las alboradas.
Deja que brille El Picazo en las tardes mal llevadas,
su monte tiene ese lazo de bonitas embrujadas.
G X Cantalapiedra.
NO ES POSIBLE CAMINAR HACIA EL PASADO.
NO ES POSIBLE CAMINAR HACIA EL PASADO
Eran tiempos de signos mal llevados, aquel hombre de 45, años de profesión jornalero en el campo, y otras veces de sacador de vino de las bodegas subterráneas. Su familia iba saliendo adelante, con la ayuda de los abuelos, que tenían una panadería, y en aquellos duros años, la vida era difícil, el hombre al ver que un hermano y su hermana, casados ambos con hijos a su cargo, se decidieron marchar hasta Francia, ya que se acababa de terminar la primera guerra mundial, en el año de 1918, y el trabajo allí parecía ser bien remunerado, su hermano se colocó en el montaje de las vías férreas, destruidas por el invasor alemán, que tuvo que volver hasta su territorio, y firmar una penosa paz, que años más tarde Hitler, la rompería. Fueron años de maletas de madera, y pocos trastos encima, aquel hombre sin su esposa, marchó para abrirse camino, y le fue bastante bien, tratando a los dos años de llevarse con él a su familia, lo que le resultó imposible, ya que su esposa apoyada por sus padres, se negó rotundamente a irse al país vecino, al ser la única hija, y según ella tener el pan seguro en La Castilla Profunda. Fueron tiempos malos, el hombre aquel termino en la cárcel de Medina del Campo, por agredir a su esposa, y tuvo que al final de la condena, que no fue larga, el marcharse solo y sin la familia. Pudo abrirse camino en donde antes había trabajado, pero el destino esta vez sin mandar ningún dinero a su antigua casa, y teniendo de compañera a una mujer del pueblo de Cantimpalo, Segovia, con la que trato de ser feliz sobre aquella tierra extranjera, que tanto le ayudo a salir de la pobreza que llevo encima. Se pasaron muchos años, sin regresar a ver a sus hijos, y parece que en el principio del verano, del año 1936, regreso a su Villa en la Castilla Profunda. Dos hijas y un hijo estaban casados, y los dos restantes hijos solteros, los casados se dieron por enterados, y le recibieron en buen tono, pero los hijos solteros, parece que no quisieron saber nada de su historia, y renegaron de su presencia en su Villa, dándole de lado por su abandono, sin recapacitar, que su madre tuvo algo de culpa, al no acompañarle en la emigración. El hombre vino a España, alentado por sus hermanos, ya que veían que la estabilidad del país era cada día más turbulenta, y nadie sabía lo que podría pasar en adelante. Aquel hombre con su misión cumplida, intento coger un tren para Francia, sin saber nadie ni donde ni como pudo vivir sus últimas horas, ni si le dejaron llegar a ningún lugar, tan solo se sabe que Medina del Campo, lugar de su tiempo en la cárcel, era la estación de salida, pero aquellas horas fueron terribles, cualquier persona era fusilada por los piquetes de falangistas, y más si era obrero trabajando en el extranjero, nadie pudo dar señales de su vida, nadie explico su final, tan solo las dudas de su marcha, pero sus propios hijos no pudieron mover un dedo, alguien explico. “En Medina del Campo, se llenaron pozos de muertos fusilados”, sin nadie saber sus nombres, ni su identidad, la guerra terrible, dejo sus más horribles momentos, sin nadie preguntar nada, por miedo a ser el siguiente de aquellos desaparecidos, El hombre aquel nadie le volvió a ver en ningún lugar del mundo, sus nietos y biznietos, no saben cómo fue su físico, Ni una sola foto pueden conservar, los hermanos de aquel hombre fueron muriendo en Francia, y los hijos no quisieron saber nada de su tierra Española, de la que se fueron muy pequeños, y además el régimen del General Franco, no les debió de dar muchas oportunidades, para poder regresar, ya que algunos sobrinos de aquel hombre, lucharon en las Brigadas Internacionales, y más tarde en Francia, en la Resistencia Francesa. Siendo imposible el regreso, y el miedo a ser ejecutados, por haber luchado en contra de la sublevación militar. Hay misterios que nadie puede explicar, por no quedar nadie vivo de los que en aquellos momentos, hicieron de las mayores salvajadas de la historia de España. G X Cantalapiedra. Este hombre se llamaba, Pascual Cantalapiedra Zambranos.
AQUELLOS TIEMPOS DE DROGA Y ROBOS EN MADRID Y SU ENTORNO
AQUELLOS TIEMPOS DE DROGA Y ROBOS EN MADRID Y SU ENTORNO
Madrid en aquellos años de mil novecientos ochenta y siete, la droga circulaba sin barreras ni obstáculos, eran diferentes lugares donde se vendía sin muchos problemas, quizá se superaban los veinte puntos fijos, y además los muchos llamados camellos, que se paseaban alegremente vendiendo su mercancía maldita. En aquellos años, la droga y el robo o prostitución iban unidos, y en los llamados supermercados de la droga, eran permanentes lugares con venta a todas horas del día, muchos barrios de Madrid, contaron por cientos los muertos, que a veces decían que eran por sobredosis, y otras veces por el SIDA, que se contagiaban con las mismas jeringas, aparte de algún ser humano contagiado por desconocer que el tratamiento de cualquier trasfusión de sangre, podía llevar esa terrible enfermedad, por entonces casi desconocida, pero causante de muchas desgracias. Aquellos años tuvieron una enseñanza terrible, los jóvenes más lanzados, la mayoría cayo en las redes de la droga, y fueron muy pocos los que consiguieron salir sanos y salvos, hubo algunos que consiguieron abandonar su consumo, pero pasado algún tiempo se dieron cuenta que estaban infestados por ese maldito virus. Madrid tenía barrios como el Gran San Blas, donde se podían contar multitud de casos de fallecimientos, Vallecas, Vicalvaro, La U,V,A, de los diferentes poblados, Orcasitas, Ciudad de Los Ángeles, San Fermín, El Bronx de Hortaleza, Caño Roto, con La Mica, Pies Negros, Peña Grande, y Barrios que entonces resultaban peligrosos el pisarlos, como fue Chueca. Malasaña. Los bajos de Aurrera, y los bajos de Orense, más Merca droga, al lado de Merca Madrid, y aledaños de Pozo del Tipo Raimundo. Madrid era un diario de muertes por ese vicio que parecía que nadie se atrevía a explicar, los problemas que arrastraba, se ocultaban, incluso había personas que decían, es una forma de quitar el paro, y la policía que entonces lucho contra esos malos hábitos, se encontraba un poco desmoralizada, al ver las sentencias de los juzgados, que los llamados camellos parecían no tener ningún miedo. Los robos eran diarios, y el miedo a salir de casa por las noches, se notaba en las calles casi desiertas, tan solo en pandilla y preparados para defenderse, de cualquier actitud de amenaza, hubo jóvenes de ambos sexos, que para pagarse el consumo, que ellos llamaban su “racioncita”, se prostituían en los más raros lugares. Aquellos años fueron muy duros para muchas familias, ya que en sus propias casas ellos mismos robaban, y vendían hasta los televisores de sus familiares, Las farmacias se parapetaron, eran las posibles víctimas de aquellos momentos, taxistas, comercios pequeños, talleres de los que fueron visitados por las noches para pagarse su vicio, que a la mayoría les llevó al cementerio. Todo aquel circulo de mala solución, fue haciéndose notar. Las nuevas generaciones, fueron la mayoría dándose cuenta del fracaso que les ofrecía la maldita droga. El verse tirados en las calles, y las gentes apartándose de ellos, como si fueran apestados, mal olientes y desaliñados, aquellos han pasado al olvido, pocos periódicos dicen quien se hizo rico con el tráfico de drogas, poco se comenta en las televisiones sus malas consecuencias, es como si se quisiera echar tierra al asunto, para no despertar la conciencia de muchos jóvenes, que apenas conocen el sufrimiento de aquellas familias, y la desolación de una juventud que se quedó sin la libertad que les contaron, y que solo fue un camino de perder la dignidad. Y el querer ser libres de verdad, sin droga ni otras cosas que nunca dieron salud ni humanidad, que les hicieran esas personas respetables, que lucharan por un mundo más justo y humano. G X Cantalapiedra.
ENTRE PRISAS DE AUTOMOVILES
ENTRE PRISAS DE AUTOMOVILES
Madrid se vive con prisas en sus tardes complicadas,
donde no se ven sonrisas ni relucen las miradas.
Tardes que llegan cargadas de caminos infernales,
con sufridas galopadas que nunca serán normales.
No vale buscar atajos ni pensar en soledades,
hablan de grandes trabajos que van buscando verdades.
Tres y media de la tarde con carreteras cargadas,
a veces parece en balde el soñar con madrugadas.
Autovías del despiste con carriles completados,
el atasco sé que existe con coches siempre parados.
Tubos de escape abrasando sobre el asfalto caliente,
Madrid quisiera pensando ser delicia de su gente.
Buscando las soluciones de despejar los caminos,
se notan ciertas razones que imponen raros vecinos.
Aires de que huelen a muerte entre calores ahumados,
políticos sin ser suerte borran caminos soñados.
Se van notando con prisa estos aires penitentes,
comentan que existe brisa que sufriremos las gentes.
Sucia “CONTAMINACIÓN” que puede tapar pulmones,
hoy no se ve solución y habrá muertos sin razones.
El Centro buscó motivos para seguir respirando,
comentan que habrá festivos para seguir comentando.
Viendo los coches rabiosos con sus negras humaradas,
no habrá vecinos dichosos en las casas chamuscadas.
Vamos viendo los peligros de la “CONTAMINACIÓN”,
comentan que existen giros de muerte y desolación.
Madrid lo viene notando con la muerte de bandera,
los coches hoy circulando no te ofrecen primavera.
Cuando fallan las razones y se impone el consumismo,
ves temblar los corazones con ese penoso abismo.
G X Cantalapiedra.
lunes, 1 de julio de 2019
CAMINABA POR LA GRAN VÍA.
CAMINABA POR LA GRAN VÍA
Eran las doce de la noche, de aquel 23, de diciembre de 1997, su forma de vestir, daba la impresión, des ser un hombre un poco descuidado, y a la vez su mirada como despistada, un amigo de este hombre, se dio cuenta del problema, y sin dudarlo paro su coche en el carril del autobús, y le indico que subiera al vehículo, el hombre aquel sin darse demasiada cuenta de su drama, subió y al tiempo le reconocía, como su antiguo amigo de la empresa donde él había sido director, sin pensarlo demasiado, se alejaron de allí, y llevándole a la glorieta de Cuatro Caminos, allí detuvo su coche aparcándole sin dudar, y invitándole a cenar en la Calle de Palencia, en un restaurante económico, donde el amigo se pudo enterar de su vida actual, y dándole algún dinero para que no durmiera en la calle, cosa que aquel hombre agradeció a su antiguo colaborador, y tratando de hacerle caso, para poder superar dicha etapa de fracaso, el amigo desde el restaurante, llamo a la esposa de aquel hombre desfondado, y ella con altanería no quería saber nada de él, después de haberse quedado con el piso que aquel hombre compro, y que ella se hizo propietaria sin haber puesto ni una peseta. Pero una voz de niño como con unos 12, años grito, es mi padre, y quiero hablar con él, ya que siempre se portó muy bien conmigo, el niño casi llorando le exclamo, “Mañana quiero cenar contigo en esta casa, y mi madre tiene que estar presente, te espero sin más”. Aquella voz dulce y tierna de las fechas navideñas, se escuchaba a través del teléfono, y aquel hombre desfondado, se dio perfectamente cuenta, del drama que suponía para su único hijo, el no pasar la nochebuena en familia, y enseguida le comento, mañana me acercare a tu casa, y si tu madre no quiere que entre, no entraré, pero yo mi abrazo te lo daré fuerte. Aquella noche la paso en una triste pensión del Barrio de Cuatro Caminos, donde pudo pagar su estancia con el dinero de su colaborador antiguo, y pudo acercarse a una tintorería, en el Mercado de Maravillas, para poder su traje limpiarle y plancharle, y así poder ir andando hasta su antiguo domicilio, donde aquella tarde le esperaba su hijo, con los brazos abiertos, y su esposa como siempre fría y vanidosa, tan solo, le dio las buenas tardes, y le dijo además con desprecio, si estás aquí, se lo tienes que agradecer a tu hijo, si hubiera sido por mí, aquí no entras, y si lo hubieras intentado la policía te habría sacado arrastras. El hombre aquel se dio demasiado tarde cuenta de que su esposa, no era demasiado humana, y que tan solo le tuvo algún respeto, mientras en la casa fluía el dinero, pero ya era tarde, a lo hecho pecho, y sin más comentarios que los que el hijo le hacía, al enseñarle las fotos de cuando era niño, y que el padre siempre estuvo pendiente de él, salieron por la calle a darse un paseo hijo y padre, y sin mucho dudarlo, viendo un letrero de trabajo en una portería, aquel hombre con la carrera casi terminada de económicas, decidió entrar a ocupar el lugar de conserje, y así poder ver mucho más a menudo aquel hijo, que era lo único que le quedaba firme en su vida, aquella cena, apenas se dirigieron la palabra esposa y esposo, fue tan solo un encuentro con la realidad de aquella vida, quizá rota, pero que desde aquel momento, reinicio con la fuerza de saber que se equivocó, al casarse con una mujer interesada, y nada cariñosa, era la propia experiencia que a veces te da la vida, tan solo su hijo le había sacado del camino a ninguna parte, que tienen muchas personas en este Madrid, donde se juzga muy a la ligera, a las personas que deambulan por sus calles, sin poder saber dónde terminaran, y con solo una penosa mira, que no les lleva a ninguna solución, y son víctimas del alcohol, o la drogadicción asesina, que les tiende sus redes de aniquilación, sin poder abrazar ninguna esperanza. Ojala esta ciudad se preocupara un poco de sus personas olvidadas. G X Cantalapiedra
EN HOYO DE MANZANARES
EN HOYO DE MANZANARES
Que quieres ver en este Hoyo donde reinan los silencios,
quizá soñaste el decoro de no conocer desprecios.
Si quieres besos y flores en tus largas caminatas,
puedes vivir los dolores de algunas sendas ingratas.
No sueñes con vida alegre ni con las cosas baratas,
ni quieras ver esa fiebre de otras gentes más bravatas.
Los silencios siguen vivos entre piedras recordadas,
que nadie ponga adjetivos en las frías madrugadas.
Cuando se viven misterios en las más serias jornadas,
contemplas los cementerios sin ver tumbas adornadas.
Cuando se comentan muertes en las tardes anheladas,
algunas siguen presentes con sus señas marginadas.
Hoy se despierta la vida, hoy llegó la madrugada,
y noté como una herida de alguna etapa pasada.
Quise callar mi lamento entre sus piedras perdidas,
y gritar tranquilo al viento al ver fechas reprimidas.
En Hoyo de Manzanares sigue corriendo la vida,
es de los tristes lugares que tienen luz encendida.
No me gritéis en la noche, no busquéis senda perdida,
nadie puede poner broche a un tiempo de despedida.
Mis manos sienten decoro, no son luces reprimidas,
nadie sueña buscar oro en las tardes deslucidas.
Piedras llenas de silencio, piedras que saben de vida,
que nadie las ponga precio ni piense que fue elegida.
Luces que marcan la noche como una antorcha encendida,
la oscuridad es derroche que quiere verse escondida.
Cuando la noche se acaba y temes la luz del día,
el corazón nunca alaba su penosa melodía.
Desde El Picazo mirando una senda protegida,
la mente sigue pensando que poco vale una vida.
Hay silencios que se funden en penosa letanía,
y muchas veces confunden cuando buscan armonía.
Piedras que tiene el entorno que no fueron maravilla,
todo la sierra es contorno de mucha gente sencilla.
No quiero cantarle al viento, ni llorar por sus esquinas,
la vida da sufrimiento sin saber de las encinas.
Cuando ves llorar al viento al chocar en sus colinas,
te llenas de sentimiento al ver solas muchas cimas.
No busco besos ni flores ni quiero frases divinas,
puede que existan amores más allá de sus colinas.
Que la tarde no se niegue en sus horas más altivas,
ni que la noche despliegue los lamentos que se activan.
G X Cantalapiedra.
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