PEÑALBA DE SAN ESTEBAN
Las noches dejan sus rastros
cuando los misterios siguen,
hay veces que ves los astros
y piensas que te persiguen.
Ayer pase por Peñalba
y sus álamos temblaban,
pensé que todo se acaba
mientras los ojos lloraban.
Una noche de verano
mi mente buscó destino,
aquel sentimiento vano
era todo un desatino.
No recuerdo la pasada
desde Los Altos de Ayllón,
era una noche cerrada
que fue pura confusión.
Pensé parar en
Peñalba
más nunca vi
aquel camino,
tengo una espina
clavada
de aquel tan borroso signo.
Circular por carretera
sin temor a los fantasmas,
es sentir como a tu vera
puedes notar falsas llamas.
Álamos que son testigos
de viajes de esperanza,
ellos saben de castigos
y de luces de templanza.
Peñalba sigue su curso
pensando en noches pasadas,
jamás existe el recurso
de personas endiabladas.
La vida tiene complejos
con señas que son borradas,
Peñalba queda muy lejos
entre brisas anheladas.
G X Cantalapiedra.
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