QUE NO SE ROMPA LA DIGNIDAD
Suenan flautas y clarines
entre las bases del pueblo,
se escuchan por mil confines
lo que yo al pensarlo tiemblo.
Soñamos con dignidades
para gobernar partidos,
y vemos las falsedades
de los honores perdidos.
La dignidad no se vende
ni tiene jamás un precio,
a veces cuando se pierde
puede sentir el desprecio.
Políticos mentirosos
envueltos en sus dulzuras,
quisieran verse dichosos,
más producen amarguras.
No se compran dignidades
entre mentiras fingidas,
el pueblo busca verdades
y no gentes protegidas.
El ser honrado en la vida
no vale soñar con cuentos,
el corrupto ve perdida
su ruta de malos vientos.
Para ser representante
de las gentes de esta tierra,
no vale ser arrogante
si la dignidad se entierra.
En la memoria flotando
quedaran las nubes negras,
para el que quiso robando
dejar atrás sus trincheras.
La dignidad no es un grito
que atraviesa las fronteras,
tan solo se siente un mito
de la honradez sin barreras.
G X Cantalapiedra.
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