LAS NIEBLAS DE CANTARRANAS
Llegan las nieblas con fríos
sobre los nobles viñedos,
dejando atrás esos ríos
que a veces nos dan enredos.
Nieblas que son persistentes
en La Ribera del Duero,
que las temen muchas gentes
por su frío duradero.
Vienen como nubes bajas
mientras ocupan el suelo,
en sus fríos ves rebajas
que nunca te dan consuelo.
Las nieblas de Cantarranas
dicen que son puro hielo,
se temen por las mañanas
y quieres verlas con vuelo.
Cuando los días se acortan
y el sol se esconde por miedo,
muchas cepas se recortan
entre su dudoso credo.
La noche se vuelve oscura
cuando la niebla domina,
haciendo jornada dura
que el ambiente determina.
El sol quisiera ir brillando
sin encontrar negras trabas,
la niebla le va tapando
en tardes muy congeladas.
Una claridad de sombras
sobre la Cuenca del Duero,
que muchas veces te asombras
al ver tan tapado el cielo.
Las nieblas en Cantarranas
nada saben de dinero,
ellas no se ven profanas
ni su rumbo es altanero.
G X Cantalapiedra.
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