DESDE
LA SECA A MEDINA EN BURRO
Desde La Seca a Medina
fuimos en burro contentos,
sin pensar en la colina
de aquellos duros momentos.
Medina nos esperaba
con sus compras y recados,
y su mercado nos daba
muchos sueños encantados.
Era carretera dura
con sus charcos y las piedras,
el recuerdo nos perdura
aunque no existieran hiedras.
Los burros siempre mirando
el camino del arriero,
sus trotes fueron dejando
mucha gente por el suelo.
Burros llenos de costumbres
de La Ribera del Duero,
que conocieron las lumbres
y su comer pasajero.
Las posadas de Medina
tuvieron mucho consuelo,
sin ser apenas divinas
flotaron a ras de suelo.
Burros por la carretera
sabiendo marcar su paso,
con brillos de primavera
bajo su cielo tan raso.
Fueron dos horas y pico
la llegada hasta Medina,
luego más tarde un mordisco
de cualquier buena cantina.
Recuerdos de carretera
que en Medina se alegraban,
todo se guarda a la vera
de aquellas largan jornadas.
G X Cantalapiedra.
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