LA
MADRE NATURALEZA ES
SABIA
En el siglo XXI, En el año de 2017, los tiburones que
vivían en el Mar Mediterráneo, se lanzaron a convocar a sus convecinos, de
dicho Mar, para avisarles de la gran catástrofe, que se les estaba viniendo
encima, con la cantidad de basura y sobre todo plásticos, que eran un verdadero
peligro para todos los animales, que habitaban en los océanos y mares del
Planeta Tierra. Los delfines enseguida se dieron cuenta de tan peligroso
momento, ya que si no eran las botellas de cristal, eras los globos y
plásticos, donde los mensajes dejaban su mal rastro, La lucha por defender su
territorio marino, empezó rápidamente, los tiburones empezaron a verse a nivel
de rompeolas, y por la zona de las playas y entrada de los puertos, de las
costas levantinas fueron muchas las apariciones, de estos enormes dueños de los
mares, aunque sin poder explicar sus motivos ni explicaciones, ya que sus
protestas nadie las entendería, incluso alguno de estos enormes tiburones, se
quedaron encallados sobre las arenas de sus playas, el temor hacia ellos se
dejaba notar, pero las bolsas de plástico, inundaban las arenas de muchas
playas, si enterarse que el mundo marino, estaba falleciendo y muriendo por
culpa del abandono de sus muchos bañistas, que jamás se habían preocupado de
los daños infligidos a esos animales que llevan ocupando sus mares, desde hace
multitud de años, digamos desde que este planeta fue invadido por la Madre
Naturaleza, que dejo su aire su lluvia y su gran fortaleza, para que fuera
posible vivir en él. Aunque la codicia humana, solo busca resultados
económicos, y es capaz de destruir todo lo que se le ponga por delante, con tal
de llevarse la economía en su bolsillo, eso si nunca podrá romper la barrera de
la muerte, y llevarse con ella ningún tesoro ni propiedad alguna, Todo se
quedará aquí, y la Madre Naturaleza hará de ello, una reconversión que solo
ella sabe dónde termina. Venimos de la nada, y a la nada volveremos, somos
carne y huesos, que con los años polvo seremos.
Nadie se queda aquí, ni el propio Jesucristo que lo
mataron, quizá por decir verdades, que a los sacerdotes de aquellos años, donde
su religión era para ellos la verdadera, lograron eliminarlo, para que no fuera
un obstáculo a sus mentiras, que el mundo no sabe o no quiere entender. Los
animales marinos, no entienden nuestra forma de vida, son nuestros propios
manjares, y ellos así mismo se devoran, pero ahora tienen el problema de los
plásticos, que son una barrera de muerte y fallecimiento largo y cruel, y que
no sirve de nada el poder eliminar parte de ello, si seguimos destruyendo
nuestros mares, con el petróleo y demás basura que es mortal para la mayoría de
los seres, que vivimos en este precioso planeta. Y que ya decía Félix Rodríguez
de La Fuente, que éramos un planeta azul lleno de vida, los seres humanos
llamados hombres, todo lo destruimos. Unas veces las guerras, y otras los
inventos fatales de eliminación de cosas, que quizá hagan falta para que la
Madre Naturaleza siga su camino, de poder mantener a tanta multitud de clases
de animales, que existen sobre la Tierra. Nos estamos cargando el planeta, y
los tiburones algunos con más de doce metros de largo, sienten el peligro de la
falta de otros seres inferiores en fuerza y velocidad, para que les puedan
seguir manteniendo en sus lugares de vida marina, la cadena de la supervivencia
corre peligro, Los tiburones muchos años alejados no eran peligro. Ahora mismo
si pueden llegar a serlo, al ver su despensa mucho más vacía que hace siglos, Esperemos
que la raza humana, se dé cuenta de sus estragos, y se consiga superar estos
fallos de destrucción. G X Cantalapiedra.
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