ESTOS DÍAS TAN
GRISES DE JUNIO
Madrid se siente lluvioso
esperando su verano,
el paraguas armonioso
lo llevas siempre en la mano.
Con las nubes por encima
y sus grandes aguaceros,
Madrid respira en su cima
vientos que corren ligeros.
Nos hablan de las tormentas
y vemos muy gris el cielo,
estas lluvias nos aumentan
los baches que tiene el suelo.
Miramos al horizonte
sin ver apenas el cielo,
la lluvia deja el resorte
de pantanos de alto vuelo.
Grises cielos en la sierra,
nubes en el alto cielo,
mojada sigue la tierra
y el cielo pone su velo.
Madrid respira tranquila
con lluvias que son granero,
en el campo se perfila
un verano de dinero.
Los pinos se están lavando
de aquellos humos tan negros,
las aceras van brillando
gracias a los aguaceros.
Grises llenos de nostalgia
en los parques y senderos,
la lluvia tiene esa magia
de hacer verdes altaneros.
Madrid conserva sus grises
con ropa de chubasquero,
y sus árboles se visten
de lluvia desde febrero.
G X Cantalapiedra.
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