jueves, 3 de septiembre de 2015

Y NO PREGUNTES SU NOMBRE

Y NO PREGUNTES SU NOMBRE Sentí su piel en la mía entre sonidos airosos, noté que su mano ardía y nos sentimos dichosos. La distancia de los años me condenaba al silencio, temí sus posibles daños de sufrir algún desprecio. Con mi guitarra en la mano me sentí don Juan Tenorio, me quiso como a un hermano pero nunca fui su novio. Sus ojos brillaban tanto que me llene de alegría, su mirada era el encanto de la pura simpatía. Mi corazón se hizo grande y derrochaba armonía, nunca pensé que era en balde romper la monotonía. Sin escuchar comentarios ni saber de letanías, mis sueños estrafalarios sufrieron algunos días. En la distancia pensando con la luz del nuevo día, si la seguiría amando en cualquier mañana fría. Mis sueños quedaron rotos y mi mente era porfía, no quise aceptar los cotos del amor que yo perdía. Hoy que pasaron los años pido justicia a la vida, por no subir los peldaños de aquella mujer querida. G X Cantalapiedra.

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