lunes, 28 de septiembre de 2015

EL VIENTO DE LA MAÑANA

EL VIENTO DE LA MAÑANA El viento de la mañana viene con sus grandes prisas, dicen que la vida sana vive esperando sus brisas. Se le nota en las aceras y en los campos despejados, sus señas aventureras es dejarnos medio helados. Corre buscando destino entre montañas nevadas, alguien le llamo divino al contemplar sus andadas. En las laderas del monte se siente su fuerza bruta, dicen que tiene el resorte de marcar siempre su ruta. Viento que lleva su marca entre fríos heladores, con su soledad se embarca en sueños aduladores. Ese viento de mañana que no conoce su signo, quizá tenga voz profana y maldiga su destino. En veredas castellanas va dejando desatinos, tiene sus fuerzas ufanas y traza mil remolinos. Sin comprender su misterio ni conocer su nostalgia, el viento suena tan serio que parece tener magia. Viento lleno de pesares en paisajes solitarios, es terror de los hogares con sus gritos partidarios. G X Cantalapiedra.

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