lunes, 14 de septiembre de 2015
UN DÍA COMO MAÑANA
UN DÍA COMO MAÑANA
La vida te pone a prueba
entre vientos de esperanza,
otras veces solo eleva
el sonido de la danza.
Un día del Toro Vega
sin sentirme aventurero,
mi corazón se despliega
en las orillas del Duero.
Una mujer en mi brazos
que no recuerdo su nombre,
quiso lanzarme los lazos
que a veces te vuelven hombre.
Sentí la brisa del Duero
con sus sombras que dan miedo,
yo quise ser caballero
respetando cierto enredo.
Las caricias y los besos
me hicieron soñar despierto,
y temí falsos regresos
si regresaba aquel puerto.
Vi como el Duero brillaba
con la claridad de luna,
mi mente se emocionaba
ante tan bella fortuna.
Sus ojos eran faroles
repletos de claridades,
las brisas dijeron oles
sin comentar falsedades.
La noche Tordesillana
la noté con su alegría,
fue una noche castellana
derrochando simpatía.
El Duero sigue su curso
sin comentar sus templanzas,
es un río con recurso
que no precisa alabanzas.
G X Cantalapiedra.
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