miércoles, 23 de septiembre de 2015
DE RETORNO A SU CASTILLA
DE RETORNO A SU CASTILLA
Eran los años 1980, en el mes de septiembre, cuando aquel joven, hijo de un emigrante castellano, piso la tierra de sus abuelos, el había nacido en la zona de Levante español. Aquel día su padre le había advertido, de sus costumbres y de sus tradiciones, y el joven de 18, años, se sentía ilusionado, al saber que conocería el lugar de donde eran sus antepasados, ya que su madre procedía igualmente de aquel lugar. El viaje fue largo unos 600, kilómetros, con un coche bastante bueno, pero el recorrido duro algo más de siete horas. El paisaje que el joven pudo comprobar, era de lo más atractivo, primero montañas y curvas en la carretera, luego esos llanos tan hermosos de la Mancha, donde la visión del terreno se pierde en el horizonte, sin saber donde puede acabar, sus ojos querían llegar hasta donde los llanos terminan, pero veía que eso seria imposible. Más tarde pregunto a su padre que conducía el automóvil. Cuando decidiste venir a Levante, con que medios contabas entonces, a lo que su padre le contesto.”Con la ilusión de salir adelante y abrirme camino en la vida, siendo una persona honesta y responsable”. El joven se quedo un poco en silencio, tratando de comprender aquella explicación que su padre le había dado. Los kilómetros que separaban aquella distancia, eran tranquilos y
se iban pasando amablemente, sin ninguna rara escusa, hasta que llegaron a Castilla, la tierra que vio nacer a sus padres, entonces el joven sintió, como un relámpago en su pecho, sus ojos se abrieron como queriendo percibir lo que en aquel momento estaba presenciando, un joven que era su propia fotografía, lo único diferente, era su forma de ir vestido, aquel joven llevaba un traje de pana negra, parecía ser de su familia, y pronto pudo hablar con el, sus palabras fueron de saber de donde procedía, y el joven de aquel lugar le pudo dar, muchas y nuevas explicaciones. Todo parecía ir normal, las palabras de ambas familias, eran pura concordia, unos y otros se sentían obligados a ser lo más amables posibles, había intereses que acomodar en aquella visita, ya que las herencias se dejaban notar sobre el ambiente, que pronto se arreglo. Pero quedaba la visita al cementerio, donde sus abuelos descansaban para siempre, aquello era demasiado fuerte, los vivos visitando a los muertos, que se quedaron allí en su tierra viviendo, sin querer salir de su lugar, el cementerio imponía, sus cipreses eran muy altos, y las calles de las tumbas, parecían lugares donde las fotos de los que allí descansaban, se veían en todas las cabeceras de las tumbas. Era como saber donde estaba cada familiar, los nombres recordando, cada fallecimiento de la familia, hasta llegar a la tumba de sus abuelos, el joven sabia por su padre, que el era el nieto que más parecido tenia con el, y al ver la fotografía de su abuelo, sintió un escalofrío misterioso, parecía como si su abuelo le comentara el por que de tan tarde visita, sus manos se quedaron frías, sus ojos parecían querer llorar, no entendía aquel terrible misterio, intentaba dominarse y no querer escuchar la voz de su abuelo, que le repetía con intensidad en su oído, nieto te estaba esperando, ya era hora que vinieses a conocer esta tierra de tus antepasados, tu Padre no te debe a ver contado nada de lo que aquí pasamos, y eso es malo, ni te debe de a ver dicho los nombres de todos tus abuelos, tu padre no te ha querido enseñarte cual son tus verdaderas raíces, y tu debes de saberlo, aunque no quieras vivir nunca en esta tierra, el joven se quedo en silencio, sus manos frías le daban razones para preguntar, sobre quien fueron sus abuelos, cuando murieron, el por que se guardo tanto misterio en su casa levantina, esas preguntas y otras muchas más, salieron de la boca del joven aquel, que al notar en su oído la voz del abuelo, le pusieron en guardia, para quererse enterar de cómo había sido todo aquel misterio, llevado a la tierra levantina, sus padres se quedaron atónitos, no sabían por donde empezar, pero a la salida del cementerio, hubo una declaración emocional, diciendo el padre a su hijo. “Me case con tu madre, contra la voluntad de mis padres tus abuelos, por eso deje esta tierra y emigre hacia Levante”.
El joven comprendió todo su pasado en un momento….. G X Cantalapiedra.
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