miércoles, 16 de septiembre de 2015

EN LA SOLEDAD SORIANA

EN LA SOLEDAD SORIANA Entre las brisas del Duero mi corazón va pensando, si existe un dios verdadero que a veces vive callando. La soledad del silencio en estos campos de Soria, nadie les hace desprecio y los lleva en su memoria. Los álamos del camino de la Ribera del Duero, escuchan un bello trino de algún bonito jilguero. Campos que marcan distancias entre fríos pasajeros, dejando sus arrogancias en caminos y senderos. La soledad me acompaña pensando en el romancero, esta Castilla de España mira siempre al río Duero. Entre riscos y pinares la soledad va creciendo, en esos dulces lugares donde el alma va sintiendo. Soledad de la mañana que a veces azota el viento, esa soledad soriana sabe lo que es sufrimiento. Las brisas del viento frío van cargadas de razones, llegan corriendo hacia el río para borrar tentaciones. Las soledades sorianas quieren sentir el silencio, el que las llame profanas conoce su rumbo recio. G X Cantalapiedra.

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