jueves, 17 de septiembre de 2015
AQUEL DÍA QUE LE DIJO A SU ABUELO
AQUEL DÍA QUE LE DIJO A SU ABUELO “ ME VOY PARA BARCELONA”
Aquel día del mes de octubre, de 1957, el joven de nuestra historia, con tan solo 14, años, inicio su camino a Barcelona, Acababa de estrenar un pantalón largo, y un tío suyo le invito a irse para Cataluña, intentando buscarle un futuro, más prometedor, que el que tenia en aquel lugar, de la profunda Castilla. Al despedirse de su abuelo, que hasta ese momento había sido como un padre para el, sintió la voz de la tierra, con sus quejas de abandono, aunque sin dramatizar le conto a su abuelo , el porque se quería marchar de aquel valle donde no tenia ningún futuro, le explico que quería ser cantante, ya que era el solista del coro de su parroquia, y su voz tenia un buen tono. El abuelo se quedo sorprendido, sabia de sobra que tenia sus razones, ya que su madre hija del abuelo, le dejo de niño al quedarse viuda y sin prácticamente recursos para sacarle adelante, en aquellos momentos los ojos del abuelo brillaron, no se si de emoción o de dolor, al sentir la soledad castellana, sin ningún hijo cerca, ya que todos estaban en Cataluña trabajando. fueron muy difíciles los instantes aquellos, pero el abuelo se vio forzado a darle la despedida, sin caer una lagrima delante de el, la abuela ya conocía su marcha hacia algunos días, y trataron de ser lo más duros posibles delante del joven casi un niño , que acababa de dejar la escuela publica graduada. Para empezar su vida contra todo pronostico. Los últimos besos y abrazos, se dejaron notar en la piel de abuelos y nieto, pero su rumbo estaba de sobra sabido, al estar su madre en Barcelona, conviviendo en un piso pequeño 8, personas, eso si todas de su familia, y teniendo que soportar las molestias, de vivir en tan pocos metros cuadrados, pronto el joven ingreso en una escuela de canto, donde sin tardar mucho tiempo, empezó a desarrollar sus dotes de cantante de orquesta, era demasiado joven, aunque su estatura era alta, y disimulaba su niñez. Los contratos le hacían ser cada día más popular, y en pocos años se labro su prestigio de cantante, y el dinero fluía en su caminar. En el año 1962, el joven deseaba ir de nuevo aquel lugar, donde seguían viviendo sus abuelos. Era el mes de Agosto, las fiestas en su lugar, se habían quedado solo en música y poco más, y aquel día una buena orquesta, tocaba desde el templete de la plaza, el joven sin pensarlo dos veces, si dirigió al director, para que le dejara cantar un tema entonces de moda, su letra de estribillo decía así. “Yo pago esta noche y siempre pagare con mi dolor”. La plaza en pie se sintió protagonista, se dieron cuenta casi todos sus vecinos, del verdadero drama de esos abuelos e hijos, separados por cerca de 700, kilómetros de entonces, los aplausos se dejaron notar, el drama de la emigración estaba flotando, aquel lugar que llego a tener en los años 1898, unos 1300, vecinos, en aquel día no pasaban, de los 1000, habitantes, el joven siguió cantando ante la admiración de todos sus amigos y paisanos, las canciones que cantaba, parecían estar pensadas para el drama que allí, en aquellos tiempos se vivía, una canción que repitió, era la del “Camino Verde”, que allí parecía el tema de muchas parejas rotas, al tener que emigrar. Todo transcurrió de la mejor forma posible, nadie quiso romper el encanto de aquella noche en la plaza. Sin toros ni fuegos artificiales, sin contratar a ningún divo de la canción, solo un paisano joven y con muchas ganas de triunfar, habían dejado el gran sabor de la buena música cantada, con el sabor de siempre, en la voz de un paisano, que había venido de regreso a su tierra, para llevarse a sus dos abuelos, a las tierras de Cataluña, donde toda la familia unida, han debido de continuar, eso si, de vez en cuando su nombre y apodo, se le recuerda en aquel valle, donde entonces se vertieron bastantes lagrimas, entre muchos seres humanos, que abandonaron su lugar, para poder vivir un poco más decentemente, y poder conseguir una educación mucho más grande, ahora en las fiestas del lugar, las personas mayores este año, le mentaron por su éxito profesional en su tierra y fuera de ella, parecía que al contar la historia un hombre amigo de aquel joven, se saltaban las lagrimas de emoción, y en un coro entre amigos, se volvió a repetir las frases, de “Yo pago esta noche y siempre pagare con mi dolor… Esta es una historia de la profunda Castilla….. G X Cantalapìedra.
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