LA TORRE
DE LA SECA
En
completa lejanía
vi
la Torre de testigo,
aquella
tarde sentía
vivir
sufriendo un castigo.
Aquella
tarde de enero
cuando
las aguas subían,
pensé
que en el mundo entero
las
desgracias sucedían.
Aquella
Torre dichosa
con
su campana María,
sufrimos
tarde horrorosa
y a veces se comprendía.
Palabras
que quedan rotas
quizá
por la lejanía,
La
Seca tuvo derrotas
que
no fueron de alegría.
Tardes
llenas de nostalgia,
recuerdos
de noches frías,
nunca
fue tiempo de magia
ni
sueños de ver porfías.
Las
Campanas de La Seca
que
buscaron la armonía,
se
llenaron de tristeza
al
ver que todo se hundía.
Años
llenos de torpezas
entre
desgracias seguidas,
algunas
tristes perezas
fueron
sendas deprimidas.
La
Torre, la bella Torre,
ya
la perdimos un día,
hoy
mí mente la recorre
buscando
su sintonía.
No
pueden borrar la historia
ni
sus huellas reprimidas,
la
gente guarda memoria
de
las tristes despedidas.
G X Cantalapiedra.
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