ESCUCHANDO AL
VIENTO
En
esta noche de marzo
con
el viento machacando,
siento
su fuerza de mazo
sobre
el cristal tropezando.
Este
viento sin conciencia
que
busca nuevos caminos,
se
llena de intransigencia
con
sus momentos malignos.
La
noche marca pesares
que
rompen las emociones,
se
le teme en los hogares
por
sus malas vibraciones.
Hablan
de vientos feroces
que
arrastran los fuertes pinos,
ellos
no temen los roces
ni
sus malos desatinos.
Estos
vientos tenebrosos
que
quieren cambiar destinos,
parecen
más vanidosos
cuando
no se escuchan trinos.
Escucho
la serenata
de
sus fuertes remolinos,
la
noche se vuelve ingrata
sin
los momentos divinos.
Vientos
que dejan sus huellas
de
penosas marabuntas,
nunca
fueron noches bellas
el
ver muchas fuerzas juntas.
Los
cristales temblorosos
sienten
la fuerza del viento,
y
no se sienten dichosos
al
pasar tal sufrimiento.
No
quiere callar el viento
en
esta noche tan fría,
parece
tener aliento
que
no se fue con el día.
G X Cantalapiedra.
20 – 3 – 2018.
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