Y LOS DOMINGOS A MEDINA

Y LOS DOMINGOS A MEDINA Eran tiempos de mercados sobre tierra de Medina, fueron sueños encantados con La Mota en su colina. Carros burros y caballos circulando por caminos, cuando cantaban los gallos y se brindaba con vinos. Los domingos a Medina para comprar provisiones, y visitar la cantina de los buenos bebedores. “El Puchero” tuvo fama de ser lugar de comidas, era local con gran calma sin contar horas perdidas. En el Bar de Los Ansiosos lo mismo que en Casa Mangas, hubo cocidos dichosos con ciertas tertulias largas. En Medina los domingos su Mercado se entendía, se compraban los regalos y reinaba la alegría. Desde La Seca a Medina por las llanuras clamaban, sin haber ninguna encina las ovejas caminaban. Medina tuvo su signo de ser corazón en marcha, siendo tierra de buen vino que con su pan bien te engancha. Han pasado muchos años de mercados y leyendas, hoy son distintos peldaños los que contienen sus tiendas. G X Cantalapiedra.