CUANDO LAS FUENTES SE SECAN

CUANDO LAS FUENTES SE SECAN Hay cumbres que van marcando las señales del olvido, mientras seguimos mirando algún camino perdido. Cuando las fuentes se secan sin entender los motivos, llegan tremendas sospechas de anular ciertos festivos. Hay caminos sin salida que tan solo ofrecen dramas, en su senda deprimida a veces se buscan calmas. Hay fuentes que son leyendas en los caminos sorianos, donde se pierden las riendas de muchos seres humanos. Fuentes que llegan al Duero en los campos castellanos, donde se sigue el sendero de algunos viejos cristianos. Fuentes con viejas culturas que dirían los gitanos, algunas tienen dulzuras de los viejos castellanos. Muchos caminos de Soria conocen vientos helados, mientras conservan memoria de los campos escarchados. Fuentes que quedan heladas en los meses del invierno, y siguen sobresaltadas al ver ese frío eterno. Cuando las fuentes relucen entre brisas heladoras, parecen verse las cruces de estas tierras soñadoras. Fuentes que alegran caminos en las tardes seductoras, donde se sueñan destinos de gentes encantadoras. Fuentes que siguen su curso sin relajarse siquiera, nadie las busca recurso si a su cauce se le implora. Fuentes que suenan con bríos de sus aguas caudalosas, riberas de grandes ríos que quieren ver lindas rosas. Fuentes que tengo presentes en mis caminos sorianos, donde se juntan las gentes y tienen lazos de hermanos. Cuando las fuentes se secan en las tardes de verano, los corazones reflejan un sentimiento más sano. G X Cantalapiedra.