miércoles, 29 de mayo de 2019

AQUELLA TARDE POR LA CARRETERA.

AQUELLA TARDE POR LA CARRETERA Era una tarde de marzo, en la dura carretera, el viento como un gran mazo te mandaba hacia la acera. Eran tiempos de ir luchando y empezando primavera, fueron sueños de ir guardando sin comentar esa espera. Aquella tarde de amores sin querer tener quimeras, supimos de sinsabores y de terribles barreras. En las tierras levantinas con mucha mar por delante, no miramos las colinas ni su Castillo brillante. Cuando lo sueños se rompen sin entender de maneras, hablan de sueños que esconden las brisas de las riberas. La carretera adelante con sus peligros y miedos, eran tierras de Alicante entre demonios y enredos. La vida vale muy poco cuando revisas tus credos, dicen que te vuelves loco al conocer ciertos dedos. No puedes borrar caminos cuando los tiempos son pocos, nadie se siente adivino y menos bajo esos focos. La carretera escuchando palabras de faros rotos, y la vida transitando entre gritos y alborotos. Cuando se rompen razones entre curvas temerosas, conllevas las sensaciones de las rampas peligrosas. Hay momentos en la vida que se borran ilusiones, y pueden abrir heridas dejando mil confusiones. No valen las medias tintas ni publicar oraciones, ni ver las rutas simplistas con verdaderas pasiones. Cuando te juegas la vida en la dura carretera, no seas la bala perdida que amarga cualquier espera. Las razones van volando sin dar culto a las quimeras, parece que son pensando señales de otras fronteras. G X Cantalapiedra.

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