CALLEJONES DEL BURGO DE OSMA
Callejones penitentes
en las tierras castellanas,
parecen vivir presentes
en las costumbres cristianas.
El Burgo de Osma los cuida
con sus piedras milenarias,
tienen la sombra elegida
de fechas extraordinarias.
Piedras llenas de recuerdos
marcadas de tradiciones,
sendas
con hombres muy cuerdos
que
saben de soluciones.
El
Burgo marca su ritmo
repleto
de sensaciones,
y
no quiere tremendismo
en
sus buenas tentaciones.
Callejones
del pasado
que
quieren seguir su ruta,
son
ese sueño evocado
lleno
de fuerza absoluta.
Piedras
que dejan señales
de
esta tierra castellana,
donde
se ven más normales
su
sencillez tan cristiana.
La
historia va reflejando
el
transcurrir de los años,
al
ser testigo y marcando
cómo
se suben peldaños.
Callejones
al sombrío
que
reflejan su cultura,
a
veces mirando al río
cómo
señal de dulzura.
Callejones
de esperanza
entre
brisas heladoras,
el
Burgo quiere templanza
para
alegrar muchas horas.
G X Cantalapiedra.
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