jueves, 26 de noviembre de 2015

EN AQUEL BALNEARIO DONDE SE RESPIRABAN LOS DRAMAS En aquel mes del otoño, del año dos mil y pico, en aquel balneario, no muy lejos de la ciudad castellana, se vivieron diferentes encuentros de personas adultas, con sus consecuencias emocionales, en dicha cita del balneario, se presentaron varias amigas de una ciudad bastante alejada, y empezaron a surgir los problemas, nada más llegar a tan peculiar lugar, algunas de las mujeres no estaban de acuerdo, con sus compañeras de habitación, ya que la categoría social y de juventud era muy distinta, la forma de pensar, y de querer pasar aquellos días en plena libertad, las confundía en tal situación, por eso aquellos trece días de convivencia, en plena naturaleza, con sus paseos duchas y baños, no las hacia algunas de ellas nada feliz, una de las mujeres más jóvenes, intento sacar de su forma de vida en la ciudad, provecho con su compañera de habitación. Diciendo que tenia frío, y que si podían dormir juntas en la cama, la otra mujer un poco más mayor la dijo que si, ya que el frío del otoño allí era fuerte, la joven mujer enseguida empezó a tocarla a su compañera de cama, y sin tardar mucho tiempo intento llevarla a su terreno de lesbiana, cosa que la mujer impidió al darse cuenta de su actitud inmoral, para ella que era una mujer viuda con muchos principios religiosos, y que nunca se le había pasado por la cabeza, pisar ese terreno para ella prohibido. Otra de las mujeres que pensaban en libre, se dedico a buscar algún ligue, para poder estar entretenida esos días de libertad absoluta, cosa que llevo perfectamente a cabo, ya que todas las tardes noches, abandonaba el balneario, y se marchaba a tomar copas y bailar, a un local de carretera donde se encontraban todos los golfos de aquella zona, ella siempre acompañada del metre del balneario, en su flamante coche Peugeot, donde después de estar en aquel garito, se marchaban al balneario, haciendo la parada en un descampado, donde nadie les veía ni podía criticarles. Todas las mujeres que habían ido en el grupo, tenían algo que ocultar, unas por vengarse de su marido o compañero, y otras por vivir la vida desenfrenada, aquellas excursiones a pleno día, las daba bastante moral, pero en el fondo, todas entre sí, se criticaban, había sido un viaje a lo desconocido, no muy caro, con buenas duchas y mejores chorros de agua caliente, con buenos gimnasios, con buen servicio dentro de sus habitaciones, pero algo no funcionaba en las mentes, de aquellas mujeres que buscaban libertad de movimientos, y de sentimientos, y que en aquel lugar dieron suelta sin pensar en la dignidad de las personas, ya que cada cual tenía porque callarse sus complejos y miserias mundanas, y que nadie se pudiera enterar de sus vidas, en aquel lugar apartado de sus vidas diarias, eran un grupo imposible de reconciliarse, después de aquella aventura, que las dejó marcadas para el resto de su vida. Una de ellas se dio cuenta, que aquel balneario era lo más parecido, a una película llamada la Residencia, donde algunas de las protagonistas, eran el vicio a tope en su cargos, y decidió por su cuenta el marcharse de allí, sin a ver pasado los trece fatídicos días, que tenía de duración dicho balneario, y por lo que habían pagado su permanencia, La fue imposible, las amenazas y demás temas, la cayeron encima como si fueran condenas, trato de averiguar el por qué de aquellas actitudes tan violentas, pero solo logro desentrañar, que una de las acompañantes era familiar del director del balneario, y que seguramente su comisión era estar allí gratuitamente, el retorno fue demasiado conflictivo. Ya nunca más volverían a verse en la gran ciudad… G X Cantalapiedra. 27 – 11 - 2015

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