SIN ENTENDER LAS RAZONES

SIN ENTENDER LAS RAZONES Aquel hombre fue marchando entre serias soluciones, a veces quiso soñando intentar lograr razones. El amor tuvo por meta en la ciudad de Alicante, llevando una vida inquieta y soñando ser amante. Pisando muchos caminos sin entender de linajes, tuvo diferentes signos y en la mar soñaba anclajes. Entre sombras de palmeras supo de pasos brillantes, y siempre quito barreras sin elegir los instantes. Las ramblas fueron testigos de sus caricias constantes, y tuvo muchos amigos entre pasos delirantes. Sin jamás contar su vida ni comentar su balance, la mente tuvo encendida sin sufrir un triste trance. Por las calles de Alicante supo de flores y rosas, y en su vida siendo amante tuvo jornadas dichosas. En su sencillez buscando un amor de compañía, que Alicante le fue dando en tan perfecta armonía. Los sueños pueden marcarnos amores con alegría, y algunos pueden dejarnos su bonita simpatía. G X Cantalapiedra.