PARA SER UN BUEN MANCHEGO

PARA SER UN BUEN MANCHEGO La voz de la tierra tira aunque vivas lejos de ella, mientras la mente se gira al ver su historia tan bella. Para ser un buen manchego y conocer bien su tierra, no sirve tener un pliego donde la historia se encierra. Sentir ecos con pasiones de esos llanos tan enormes y contemplar sensaciones de las frases más conformes. Vivir la vida pensando en ser parte del entorno, mientras que quieres soñando gozar viviendo el contorno. Ser manchego de lecciones que pueden marcar las sendas, sin imponer soluciones con esas fuerzas tremendas. Sentirse sobre su suelo un caminante de amores, y ofrecer siempre el consuelo al que sufre los dolores. Ser manchego es algo grande que se lleva con respeto, nunca te parece en balde sentir su amor tan inquieto. Sin papeles ni pregones que puedan justificarlo, el manchego da razones de poder siempre avalarlo. El corazón en La Mancha aunque vivas lejos de ella, a la memoria se engancha por ser la luz de una estrella. G X Cantalapiedra.