ME QUEDÉ MIRANDO AL MAR

ME QUEDE MIRANDO AL MAR En aquella tarde bella entre sueños y presagios, noté que la vida aquella no era para amores lacios. Miré despacio las olas en momentos confundidos, mis penas estaban solas y mis amores perdidos. Me quedé como en silencio sin verme muy comprendido, nunca quise hacer desprecio a mí sentimiento herido. Con mis penas encendidas y mis lagrimas flotando, sentí como las heridas te dejan mal naufragando. Me quede mirando al mar entre brisas marineras, de nada sirve hoy llorar ni querer dulces esperas. Las olas me acompañaban con sus murmullos marinos, a veces me salpicaban sin ver sus rumbos divinos. Las olas iban marchando con su alegre sintonía, yo las quise ir contemplando por si daban alegría. La tarde se fue pasando sin entender sus razones, y a la mar la fui mirando entre nuevas sensaciones. G X Cantalapiedra.