MIGUEL SETENTA Y SEIS AÑOS QUE FALLECIÓ.
Setenta y seis años hace
que Miguel dejo la vida,
y en la memoria renace
cómo una flor elegida.
Miguel sintiendo su muerte
en aquella noche fría,
hoy le tenemos presente
entre versos de alegría.
Que nadie calle tus versos
ni rompa tu melodía,
para borrar los suspensos
de aquella mala armonía.
Alicante de testigo
en tan penosa agonía,
la muerte fue su castigo
al morir sin compañía.
La muerte no es el destino
cuando el pueblo te
conoce,
Miguel tuvo su mal signo
que Alicante reconoce.
Vientos del pueblo
llorando
entre voces desgarradas,
algunos ecos flotando
dejan sus sendas pisadas.
Han pasado muchos años
de su triste desenlace,
y recordamos los daños
con su rima que renace.
Sombras que siguen perennes
por los caminos de España,
aunque sufrieron vaivenes
sin ver está tierra
extraña.
La historia sigue su
marcha
sin entender de razones,
y la cultura se ensancha
dejando mil ilusiones.
G X
Cantalapiedra.
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