miércoles, 4 de abril de 2018

TENGO MI ESPINA CLAVADA


TENGO   ESPINA  CLAVADA
Cuando te falta el abuelo
y buscas viejos caminos,
no sabes lograr consuelo
si preguntas por sus signos.

Vives pensando su historia
sin conocer sus razones,
y llegan a tu memoria
muchas malas sensaciones.

¿Donde descansan sus huesos?
que nadie pudo contarlo,
aquellos tristes regresos
nos llegaron a ocultarlo.

Fueron tiempos de lamentos,
con pensamientos amargos,
que dejaron sufrimientos
en aquellos años largos.

La familia se alejaba
de sus dudosas razones,
y el sendero que pisaba
jamás dejaba ilusiones.

Nunca pude ver su foto
ni preguntar por sus gestos,
nos pusieron siempre coto
de sus palabras y arrestos.

Un amigo de su infancia
que le llamaban Geromo,
me dijo con arrogancia
tu abuelo nunca fue plomo.

Quise preguntar en casa
por una fotografía,
pero el silencio se amasa
con pura melancolía.

Sin conocer sus pasiones
ni observar los sentimientos,
mi abuelo dejo razones
de llorar los malos vientos.
     G X Cantalapiedra.
      4 – 4 – 2018.

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