MURIEL DE ZAPARDIEL Y SUS CARROS
Desde niño fui
leyendo
esos nombres
castellanos,
y a la vez que
iba entendiendo
los carros de
los hermanos.
Eran Hermanos
Moyano
los del carro de
mi padre,
en aquel esfuerzo
humano
cuando acababa
la tarde.
Carros que
andaban caminos
dejando bellas
señales,
en Muriel trazaron signos
con sus señas
naturales.
Carros que se
fabricaron
en los Hermanos
Moyano,
que muchos años
rodaron
en mi campo
lasecano.
El Zapardiel de
testigo
de esos carros
bien cuidados,
nunca resulto
castigo
el ver los
carros cargados.
Llanuras de
Tierra Blanda
y otros campos
castellanos,
historias que el
tiempo agranda
en labradores humanos.
Carros de yugo y
de varas
de los Hermanos Moyano,
fueron señales
no raras
en el campo
castellano.
Los años se van
pasando
y los tractores
brillaron,
los carros
fueron quedando
en lugares que
cuidaron.
Un recuerdo bien
ganado
aquel pueblo de
Castilla,
donde el carro
fabricado
hizo grandeza en
mi Villa.
G X Cantalapiedra.
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