DESDE EL ALTO
DE SAN ROQUE
Desde el Alto de
San Roque
La Seca se ve de
plano,
allí recibes el
toque
de sentirte más
humano.
Vas divisando
caminos
que te recuerdan
jornadas,
de tus pasos entre
signos
en las frías
madrugadas.
San Roque tiene
su ermita
en un alto
prodigioso,
donde el viento
siempre grita
al sentirse
vanidoso.
Las llanuras de
Castilla
suelen dejarte
sus huellas,
en San Roque es
maravilla
si miras a las
estrellas.
Como Faro
lasecano
San Roque se ve
dichoso,
en su norte ves
el llano
de aquel campo tan
hermoso.
La Seca queda en
el valle
mientras contempla
a San Roque,
fijándose con detalle
de ver que ese Faro
flote.
Años llenos de
leyendas
por la Cuesta de
San Roque,
se pisaron
ciertas sendas
que nunca fueron
disloque.
Cenizas que van
volando
por esas grandes
laderas,
La Seca sigue
pensando
en San Roque sin
barreras.
Los recuerdos
son cenizas
con el pasar de
los años,
hay muchas
fechas plomizas
que pueden
causarnos daños.
G X Cantalapiedra.
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