NO
LE QUEDABA TIEMPO
Eran
sus sueños pequeños
que
se perdieron flotando,
aquellos
pasos risueños
fueron
pasos evocando
Gasto
su vida en promesas
que
el viento las fue borrando,
recibiendo
las sorpresas
de
un amor que fue olvidando.
Ya
no le quedaba tiempo
de
vivir su sueño amado,
ni
poder pisar el templo
vestido
de enamorado.
Los
caminos de la vida
le
fueron equivocando,
viendo
su vida elegida
por
sendas que fue buscando.
Los
senderos de su villa
son
sendas de desengaños,
donde
la gente sencilla
ve
cómo pasan sus años.
Ya
se perdieron sus sueños,
sin
encontrar el amparo,
todos
aquellos empeños
hoy
son rumbo de descaro.
A
el cementerio le mira
cómo
signo despejado,
a
la vez que si le admira
por
ser un lugar sagrado.
Los
cipreses de testigos,
quisieran
ser solidarios,
sin
dar a nadie castigos
ni
trazar allí calvarios.
Todo
se acaba en la vida
aunque
nos parezca largo,
sí
la vida está perdida
no
existe camino amargo.
G X Cantalapiedra.
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