jueves, 15 de noviembre de 2018

NO LE PIDAS AL UCERO

NO LE PIDAS AL UCERO No le pidas al Ucero en las noches heladoras, que su sonido de acero pueda aliviar ciertas horas. No le pidas más silencio cuando los vientos afloran, las murallas dan misterio a la vez que bien decoran. Sentir sus brisas heladas en las noches del invierno, con praderas escarchadas que tienen el frío eterno. Este Ucero bien nacido entre tierras de templarios, es a la vez acogido sin hablarnos de calvarios. El Ucero va sufriendo vientos que llegan del norte, su Ribera va sintiendo el frío que es un resorte. Puentes que marcan distancia entre murallas altivas, piedras que dan arrogancia a muchas fechas festivas. El Ucero me apasiona cuando le miro de cerca, mi corazón se emociona sin ser mi conducta terca. Este río tan soriano que tiene bella Ribera, me parece más humano en tiempo de primavera. Álamos de su Ribera entre paisajes preciosos, existe alguna pradera con sentimientos gozosos. G X Cantalapiedra.

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