SEPTIEMBRE ERA
DECIR HASTA SIEMPRE
Se
marchaban en silencio cómo buscando una meta, donde brillara su vida sin ser
demasiado inquieta. Eran fechas de
lamentos que ocultaban su paciencia, con días de sufrimientos sin conocer la
clemencia. Las maletas sin destino
contaban las horas ciegas, donde cualquier adivino supo de campos y
siegas. Castilla perdiendo mitos,
Castilla de penas negras, Castilla soltó sus gritos que miraban las estrellas.
En aquel mes de Septiembre se confundieron las sendas, de los hombres que
emigraron y pudieron ser leyendas. Las maletas de madera buscaban nuevos
destinos, esperando primavera entre canticos y trinos. Halla por la tierra Vasca, donde grita el mar
bravío, se visitaba la tasca y se soportaba el frío. Mañanas de Baracaldo, con su ría de testigo,
sus hornos hierro forjado era el calor un castigo. En la cornisa los montes, en los valles los
amigos, el trabajo dio resortes de caminar más unidos. Septiembre de despedidas con promesas de
cariños, algunas frases erguidas hicieron fuerte a sus niños. Septiembre buscando tierra donde no existan
mendigos, a veces la mente encierra ciertas frases de castigos. Madrid cobijo y posada tuvo diferentes
signos, en la maleta guardada marchaban algunos vinos. Barcelona y otras
tierras fueron cobijo y destino, donde los sueños se encierran queriendo ser adivino. Septiembre dejo sus huellas acabados los
novillos, fue mirar a las estrellas para divisar sus brillos. Las esperanzas se fueron y con ellas los
martirios, algunos hombres dijeron que no buscaban delirios. La Regional transportaba ilusiones con
sentido, y a Valladolid llegaba cómo sueño permitido. Septiembre lleno de ausencias eran tiempos
elegidos, para acallar las conciencias de aquellos años vividos. Cuando repaso mí vida en las noches de Septiembre,
alguna fecha perdida hace que de nuevo tiemble.
Cartas llenas de sentido para sufrir los vaivenes, con algún amor
perdido sin existir muchos bienes. Las
distancia se agrandaba en este mes de Septiembre, y el trabajador marchaba a
otras tierras para siempre. En La
Profunda Castilla el éxodo fue paciente, se fue su gente sencilla buscando
mejor ambiente. Hoy que pasaron los años
del tan sufrido Septiembre, se notan ciertos peldaños del inmigrante
decente. En La Profunda Castilla, el
viento grito presente, y se sembró la semilla de un futuro más pendiente. Viñas que son maravilla con sus cepas
alambradas, siendo orgullo de mí villa sus reflejos y cañadas. Los campos son la delicia de sueños de
labradores, donde el Verdejo es primicia haciendo pueblos mejores. Septiembre para el olvido sin esperar su retorno,
un tiempo nuevo ha nacido para alegrar el contorno. Aquellos años de penas entre grandes
sufrimientos, eran arrastrar condenas sin tener jamás alientos. Septiembre para
el olvido en estas fechas templadas, donde se dio por perdido el ganarse las
jornadas. Hoy que recuerdo las fechas siento temblor en el alma, los días
hicieron brechas mientras se rogaba calma.
Hay muertos en el camino que tuvieron esperanza, y pudieron cambiar
signo sin buscar nunca alabanza.
Labradores que buscaban otros pueblos y paisajes, y que algunos lo
lograban al cuidar sus equipajes. No se
pueden poner rejas a los muchos inmigrantes, es duro callar sus quejas en
ciertos negros instantes. Castellanos
del silencio, entre sueños y templanzas, no permitas el desprecio de tus
bonitas andanzas. Hay Septiembre de
camino que tiene sus bulevares, viviendo ambiente divino en muchos de sus hogares.
G
X Cantalapiedra.
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