EL
NIÑO ESTABA LLORANDO
Con sus lágrimas amargas
el niño estaba llorando,
en aquellas tardes largas
se dormía suplicando.
En su voz medio cortada
con gritos iba clamando
a la mamá que soñaba
que lejos se fue marchando.
Lejanía de silencio
que al niño le lastimaba,
sufriendo cómo un desprecio
que aquella madre le daba.
Eras las claras del día
cuando de nuevo lloraba,
el niño no consentía
la ausencia que le dañaba.
La madre se fue cantando
quizá soñando esperanza,
y el niño quedó llorando
preguntando su tardanza.
Madre que tienes un hijo
que llora desesperanza,
la vida no es acertijo
ni puedes hacer balanza.
No dejes que el niño llore
en esas tardes de calma,
y mucho menos que implore
cuando a su madre la llama.
Los abuelos son resortes
pero nunca corta llamas,
la vida tiene sus cortes
cuando los niños reclaman.
No llores niño no llores
que tienes muy blanca el alma,
y pronto tendrás amores
que pudieran darte calma.
G X Cantalapiedra.
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