UN CABALLO DE CARTÓN

UN CABALLO DE CARTÓN Aquellos Reyes tacaños tuvieron pocos caprichos, hoy que han pasado los años existen los mismos dichos. Cada noche me acostaba con una pobre ilusión, y en mi casa se notaba que existe desilusión. Mis padres lo lamentaban sin darme una explicación, y tan solo me dejaban un caballo de cartón. Entre el barro de las calles y no sé por qué razón, fui conociendo detalles cuando sufre el corazón. Los amigos todos juntos sentimos la gran traición, más nunca vimos disgustos en tan mala sensación. En la mañana de Reyes cuando el frío da pasión, entre las mulas y bueyes vivimos otra emoción. Muchos momentos pasados nos sirvieron de lección, fueron años delicados con penosa tradición. La Tienda de Victorino mantuvo la sensación, donde vimos el destino de un Caballo de Cartón. No pidas más hijo mío no busques la incomprensión, que puedes con tanto frío coger una depresión. G X Cantalapiedra.