AQUELLOS VIENTOS
DEL NORTE
Fueron
los vientos del norte
los
que te dejaban frío,
no
precisaban transporte
ni
estar pendiente de un río.
Vientos
que dejaban huellas
sobre
los campos desiertos,
sin
hacer las tardes bellas
y
con sufridos momentos.
Ráfagas
de viento fuerte
que
azotaban las viviendas,
eran
los fríos de muerte
en
las más lejanas sendas.
La
Meseta castellana
conoce
sus vibraciones,
la
noche más inhumana
marcaba
complicaciones.
Vientos
que borraban nieblas
en
las mañanas heladas,
al
pensarlo siempre tiemblas
viendo
tierras congeladas.
Fríos
llegados del norte
con
sus brisas temerosas,
fueron
terrible resorte
en
las mañanas airosas.
Vientos
que arrastran pesares
en
las noches tenebrosas,
y
que tiemblan los hogares
sin
ver sus horas dichosas.
Las
noches de clara luna
los
vientos son heladores,
hay
niños que hasta en la cuna
quieren
ver calentadores.
Los
vientos siguen su marcha
sin
entender de caminos,
a
veces dejan la escarcha
en
los más grandiosos pinos.
G X Cantalapiedra.
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