AQUEL
POETA PENSABA
Cuando
el camino se acaba
entre
negros nubarrones,
una
vida terminaba
puede
dejar vibraciones.
De
nada valen consejos
cuando
la tarde termina,
atrás
quedaran complejos
en
cualquier rara colina.
El
valiente se nos marcha
sin
decir sus travesuras,
la
muerte viene y le engancha
sin
entender sus locuras.
La
muerte llega arrasando
entre
brisas demoniacas,
al
tiempo que va dejando
llantos
lamentos y tracas.
Las
lagrimas del camino
se
pierden en el silencio,
es
tan penoso su signo
que
jamás tienen desprecio.
Los
versos de los caminos
los
recita el caminante,
que
algunos llaman divinos
cuando
alegran el semblante.
Los
caminos de la vida
tienen
sombras expectantes,
y
alguna senda escondida
con
mitos extravagantes.
Deja
el camino soñado
sin
imponer tu arrogancia,
si
vives equivocado
será
fruto de ignorancia.
G X Cantalapiedra.
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