NO
QUIERO LLANTOS AMARGOS
Las
soledades nos atan
aunque
vivamos pensando,
con
momentos que desatan
llantos
que sufres callando.
No
quiero llantos amargos
en
las noches silenciosas,
ni
amores con pasos largos
que
te hablen solo de rosas.
Hay
soledades preciosas
que
no borran los caminos,
algunas
viven dichosas
olvidando
tristes signos.
La
soledad va cambiando
en
los llanos de Castilla,
por
detrás viene dejando
sonidos
de maravilla.
No
quieras romper los llantos
de
los hombres más sentidos,
existen
nombres de santos
que
fueron muy reprimidos.
No
quiero sentir el llanto
de
niños casi de cuna,
la
vida da desencanto
sí
no se logra fortuna.
No
busco llantos distantes
ni
comedias fraudulentas,
existen
muchos instantes
de
ver conciencias despiertas.
El
llanto del comediante
nos
acerca al infinito,
hablará
del dios mediante
con
un amor exquisito.
Cuando
los llantos amargan
y
tiemblan los corazones,
hay
gestos que nos embargan
con
su ritmo de pasiones.
G X Cantalapiedra.
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