LAS
MANZANAS DE LA RASA
El
Duero guarda silencio
cuando
recorre La Rasa,
y
no quiere hacer desprecio
al
ver que la historia arrasa.
Las
Manzanas de La Rasa
tienen
distintos colores,
hay
fruta que allí se embasa
con
sus dichosos sabores.
El
Duero lanza sus brisas
sobre
los campos hermosos,
paisajes
que sueltan risas
en
sus momentos gozosos.
Los
silencios quedan rotos
en
las tardes más tranquilas,
quizá
queden alborotos
de
historias que se perfilan.
La
Rasa mirando al Duero
cómo
regalo divino,
las
manzanas dan salero
a
la vez que marcan signo.
Kilómetros
de manzanas
en
un raso con camino,
estas
tierras castellanas
siempre
tuvieron destino.
Agricultura
moderna
sobre
los campos sorianos,
entorno
que da dulzura
sin
sentir vientos profanos.
Manzanas
y más manzanas
todas
llenas de sabores,
a
veces tan hermanadas
que
sueñas con sus amores.
Atrás
quedaron marcadas
muchas
fechas temerosas,
hoy
sus sendas encantadas
las
envidian muchas rosas.
G X Cantalapiedra.
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