lunes, 30 de septiembre de 2019

ERAN NIEBLAS DEL MES DE OCTUBRE

ERAN NIEBLAS DEL MES DE OCTUBRE En aquel otoño frío, de La Galicia Profunda, se notaba escalofrío donde cualquier viento abunda. Un hombre curtido en mares buscando las nuevas rutas, entre nieblas y solares noto fuerzas que eran brutas. Buscando sus propiedades entre maleza absoluta, la niebla le fue marcando con mucho frío en su ruta. Las manos le tiritaban, sus orejas medio ocultas, en los ojos se formaban nieblas que a veces te asustan. Era en aquel mes de octubre con el frío traicionero, donde se busca la lumbre igual que en el mes de enero. El marinero pensando en su mar de soledades, la niebla le iba dejando otras horribles verdades. Eucaliptos de testigos entre nieblas tenebrosas, los fríos como castigos no hacen caminos de rosas. Sin saber por dónde andaba, su frente fría y perdida, en el ambiente encontraba una senda deprimida. Era mañana de nieblas, por su Galicia querida, sus recuerdos en tinieblas no ven la ruta elegida. Los ecos de la mañana le dan sonidos de vida, y viendo su ruta vana intenta buscar la huida. Las nieblas del mes de octubre, le prolongaron camino, y sin divisar la lumbre no da con aquel destino. Pisando sendas sin nombre, fue caminando perdido, sin encontrar ningún hombre se notaba deprimido. Fueron horas de lamentos, en aquel rumbo elegido, donde se sufren momentos como si el barco va hundido. Las nieblas se levantaron, y el hombre vio su camino, y a Pontedeume llegaron para cambiar tan mal signo. Aquel hombre marinero notaba el tremendo frío, de recorrer el sendero con nieblas y escalofrío. G X Cantalapiedra…

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