UN VEINTICINCO DE OCTUBRE

UN VEINTICINCO DE OCTUBRE Sin pensarlo demasiado como cualquier emigrante, con un sueño recordado quise seguir adelante. Sin olvidar mis raíces me fui despacio alejando, nunca quise cicatrices de las que te van marcando. Hay momentos en la vida que nos parecen amargos, no tuve la despedida de sufrir tristes embargos. No vale buscar consuelo en los brazos de un amante, cuando levantas el vuelo hay que seguir adelante. Un veinticinco de octubre buscando un sueño temprano, en mi mente se descubre lo que vale un ser humano. En un tren de pasajeros sin comentarios altivos, mis sueños aventureros les quise dar adjetivos. Sin preguntar mis razones ni pregonar mis andadas, quise buscar soluciones entre las calles pisadas. Madrid ciudad de acogida para muchos inmigrantes, algunos con frente erguida entre sueños delirantes. Madrid posada y camino para quien buscó remedio, cada cual tiene su signo sin explicar el promedio. G X Cantalapiedra.