CON LAS BRISAS DEL RÍO DUERO

CON LAS BRISAS DEL RÍO DUERO Los caminos solitarios se sienten casi perdidos, algunos fueron calvarios de tiempos comprometidos. Soria de viejos senderos que fueron buscando un río, aquellos aventureros supieron de invierno frío. Entre las brisas del Duero el invierno se ha temido, gentes hablan del Ucero donde el frío es distinguido. Brisas que arrastran heladas por los más bonitos ríos, los campos ven escarchadas de los temerosos fríos. Pinares mirando al Duero sin preguntarse su signo, tierras que son romancero entre algún gesto adivino. Las brisas llegan corriendo para cubrir su camino, el Duero puede sintiendo hablar del aire tan fino. Estos caminos del Duero conservan el don divino, y esperan el aguacero para cambiar su destino. Las nubes pasan deprisa y esta el campo deprimido, parece que el viento eclipsa al otoño compungido. El Duero deja su niebla al ver el campo afligido, sin ver que la lluvia tiembla y el barbecho sigue herido. G X Cantalapiedra.