UN VEINTICINCO DE OCTUBRE Cuando la vida te marca con sufridas aventuras, tu mente sola se embarca en momentos de locuras. Sientes la vida flotando entre distintas dulzuras, y tus ojos van mirando si divisas amarguras. Hay caminos de lamentos y otros que vives soñando, algunos te dan tormentos mientras sigues caminando. Las noches son los testigos de tus muchos pensamientos, al dejar ciertos amigos en sus más duros momentos. No buscas caricias nuevas ni sueñas otros festivos, a veces existen cenas que carecen de motivos. La soledades se notan en las noches tenebrosas, algunas veces reflotan y jamás se ven dichosas. Un veinticinco de octubre la vida me puso meta, abandone aquella lumbre y empecé la senda inquieta. Los caminos del futuro no tienen comparaciones, hablan del momento duro que son las inmigraciones. Sobran lamentos y quejas de tu pasado forzoso, veras las sendas complejas de un ayer que fue dudoso. G X Cantalapiedra.