SENTIR LA VOZ DE ALICANTE

SENTIR LA VOZ DE ALICANTE Entre brisas marineras el corazón se relaja, en tiempo de primaveras el mar los males ataja. Sentir la voz de Alicante sin temor a la distancia, es querer ver al instante una ciudad con constancia. Ecos que dejan cantares de esta ciudad levantina, donde se ven los lugares que sienten ser la salina. El mar te da sensaciones viviendo sus aventuras, y logras las emociones con pasajes de dulzuras. Sentir la voz de sus calles entre grandes claridades, mientras contemplas detalles que son las puras verdades. La Cima de su Castillo tiene signos de cultura, y se divisa algún brillo que puede marcar soltura. Las palmeras van logrando sentimientos con ternura, son caricias que soñando tienen gestos de locura. Alicante te despierta con amores y caminos, dejando la puerta abierta a sus bonitos destinos. Sus playas marcan las huellas de veranos calurosos, donde vives noches bellas entre momentos hermosos. La Explanada caminando vienes logrando alegría, en su brillo vas logrando una perfecta armonía. No sé qué tiene Alicante que la siento cada día, quisiera verla elegante y en constante sintonía. Cuando recorro su Puerto siento la mar por delante, y pienso que es un acierto el vivir en Alicante. Sin ser marinero activo ni recorrer la marisma, Alicante es el motivo de conocer bien su clima. Entre sueños y pasiones Alicante da esperanza, es ciudad con emociones si quieres hallar templanza. Santa Cruz de marineros que cargan con los recuerdos, sus signos aventureros les hacen hombres más cuerdos. G X Cantalapiedra.