miércoles, 12 de octubre de 2016

EN EL OTOÑO SORIANO

EN EL OTOÑO SORIANO Llegan los vientos del norte con sus fríos heladores, El Burgo tiene el resorte de verles viejos deudores. Entre brisas del Ucero el otoño se hace grande, tiene un aspecto altanero que no me parece en balde. Se arremolinan las hojas como buscando futuro, sobre los campos se alojan más ven su mañana oscuro. En estos campos de Soria con sus nieblas permanentes, el frío vive su gloria y rompe los alicientes. El sol se pierde temprano con sus temidas verdades, el otoño se hace hermano de las grandes soledades. Llegan las melancolías con sus instintos normales, ellas rompen alegrías en momentos naturales. Nostalgia de tierra y montes sobre las zonas sombrías, El Burgo tiene horizontes de saber de noches frías. El Ucero va sin prisa contemplando las Murallas, lleva en otoño esa brisa que a veces se vuelve trallas. Otoño de sentimientos sobre sus piedras calladas, El Burgo vive momentos que son horas anheladas. G X Cantalapiedra.

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