UN CUENTO PARA SOFIA Y MARIA ANGELES

UN CUENTO PARA SOFIA y MARIA ANGELES En las viejas leyendas castellanas, nos hablaban de las guerras coloniales, de los héroes con sus grandes hazañas, y de soldados que sufrieron un montón de enfermedades, a la vez de tener que regresar a sus pueblos a pasar para siempre la gran dicha de soñar con la esperanza. Yo de niño sentí miedo en mi cuerpo, al saber de esos hombres y sus fatalidades, que dejaron su patria que era España, por defender unos derechos, llamados coloniales. Conocí siendo muy niño a un hombre austero, que lucho en Cuba, y conoció sufrimientos a raudales, todo el pueblo parecía estar atento, de saber que era un hombre valiente y arriesgado, aquel hombre que yo siendo muy niño, le recuerdo, por su altura delgadez y solitario, Hombre austero de costumbres castellanas, con ropas azules se bestia, y su rostro el aire le forjaba, Sus palabras se perdían en su fragua, y escucharle parecía que soñaba, sus recuerdos de la guerra y sus viajes, sus pasiones y su novia abandonada. Aquella Cuba que buscaba libertades, que Estados Unidos de América ayudaba, Parecía que escuchaba una novela de pasiones, patriotismo y esperanza, en sus frases relataba sus misterios, de enfermedades que en Cuba se encontraban. Han pasado muchos años de esta historia, aquel hombre para siempre se marchaba, el recuerdo me parece tan presente, que aun recuerdo las leyendas y hermosura de su fragua, mis amigos comentaban sus historias, pocas veces escuchadas en el calor de su fragua, Fuimos niños educados con temores, de sentir nuestra patria invadida y maltratada. Tantas veces sonaban los cañones de Medina, en las mañanas de calores que quemaban, que sentimos tener la guerra encima, y el futuro de vida se acababa. Son recuerdos que guardo en la memoria con sus imágenes de tierra siempre amada, aquellos personajes son historia, de sus guerras y miserias hoy contadas. G X Cantalapiedra.