LAMENTOS DEL RÍO DUERO
Los lamentos no terminan
en las tierras castellanas,
aunque nunca se eliminan
con sonidos de campanas.
Lamentos del río Duero
en las mañanas tempranas,
que sueñan con aguacero
al ver las cosechas vanas.
El Duero marcha orgulloso
al ver sus viñas cuidadas,
y en su lamento armonioso
habla de sendas marcadas.
Este Duero da armonía
con sus lamentos sinceros,
me parece melodía
de los buenos romanceros.
Sonidos llenos de vida
que recuerdan a sus muertos,
lamentos de alguna herida
en los momentos inciertos.
El Duero marcha sin prisa
entre lamento y lamento,
quizá conoce la brisa
que a veces arrastra el viento.
Caminar por su ribera
cuando la niebla hace cerco,
el lamento es su barrera
y el frío se vuelve terco.
Los lamentos son pasiones
que se vuelven sufrimientos,
con sus bellas emociones
y los buenos sentimientos.
El Duero siempre testigo
del emigrante y guerrero,
su caudal es fiel amigo
del sufrido caballero.
G X Cantalapiedra.
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