jueves, 29 de agosto de 2013

DE LA MANO DE UN AMIGO Las horas se van pasando por los caminos del Duero, septiembre viene marcando con un ritmo aventurero. De la mano de un amigo recorro muchos senderos, no me parece castigo oír balar los corderos. Esta tierra de esperanza con frases de romancero, hacen mover mi balanza aun cariño verdadero. Entre viñedos y pinos por las orillas del Duero, se forjan nuevos caminos con la fuerza del acero. Las brisas llegan de noche con sus fríos y sus hielos, allí no existe reproche ni van buscando consuelos. Las nieblas marcan destinos en la ribera del Duero, y a la vez crecen los vinos con ilusiones y esmero. El Duero marcha tranquilo, aunque amenace aguacero, en su paisaje perfilo algún grado sobre cero. Este Duero me apasiona por sus curvas y su viento, me parece que razona cuando sufre el pensamiento. Y sin tener ruta diaria en sus viñedos me encierro, esta tierra milenaria, en sus nombres brilla el hierro. G X Cantalapiedra.

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